Y es fácil?

El silencio de los inocentes

Hace tres años, en la celebración de un cumpleaños de Santiago Pito Acevedo con Johnny Ventura en Bonao, le preguntamos al Caballo la razón por la cual no procuraba una mayor proyección de la orquesta de Los Potros, que lanzaba temas muy buenos, pero que se pasmaban en la radio.
"Es muy costoso, Joseíto", me dijo Johnny, usando el apelativo con el que siempre nos ha llamado.
¡No más palabras magistrado!

Y el asunto lo traigo a cuento, porque  hay gente que ve muy fácil el trabajo de promoción de un nuevo artista, siendo esta una de las empresas y tareas más difíciles que cualquiera se pueda imaginar.

Hay gente que se ha arruinado invirtiendo en proyectos artísticos, sin lograr ningún retgorno.

Y como aquí hablamos claro, vamos a mencionar algunos ejemplos...

La cantante Valeria,  (La Mujer, como se identificaba en los años 80), recibió toda la iversión que se pueda cualquiera imaginar de su esposo Guillermo. Hasta un show hizo en el antiguo Maunaloa, donde las paredes del club fueron forradas con tela de satín, para convertir el lugar en una especie de palacio Imperial, en una producción de Guillermo Cordero.

El que recuerda la época sabe que Guillermo tenía hasta restaurantes en Nueva York, y lo perdió todo invirtiendo en Valeria.

Con el cantante Pablo Martínez y la orquesta La Muralla De Leon invirtió más de 15 millones de pesos de esos que entran a la lista de los irrecuperables, y lo perdió todo, incluyendo hasta a Distribuidora de Leon que tenía en la carreta Duarte despues del kilómetro nueve.
En menor cuantía recuerden que los promotores e inversionistas de Higuey  se gastaron unos seis millones en el proyecto de Rafely, y no metieron más porque decidieron retirarse. Luego Rafa Rosario comenzó a apoyar el proyecto de su hijo, pero rápidamente se agachó, igual a como hizo Johnny  con los Potros, que no está dispuesto a invertir lo que se ha ganado.

El padre de Cristal Marie comenzó en la primera etapa de su hija a mover recursos, pero  le puso un stop viendo que el que se lleva del medio termina arruinado, con lo caro que resulta meter un disco en la radio y sustentar la promoción de un artista, donde hasta  a los que tocan variados en los colmadones hay que darle "lo suyo".

Y pudiéramos citar muchos otros ejemplos, pero dejémoslo ahí...

Es muy bueno desde fuera mandar a que otro gaste medio millón mensual en promoción radial, discotecas, variados, videoclips, y otras menudencias, sin esperanza de recuperar fortunas que en cualquier otro negocio  pueden dar ganancia.

Es una realidad que hay que ver y comprender, antes de hablar.

Esos que exigen  que otro "invierta", "promueva", "gaste", son los primeros que no se beben un refresco si otro  no se lo pagan.