Un programa que hizo historia

Hay que rendir tributo a Fiesta de Teleantillas

Por Johnny Arrendel

La Voz Dominicana

La Voz Dominicana, primera planta radio televisora del país, regenteada por Petán Trujillo en tiempos de la tiranía que encabezara su hermano Rafael Leónidas Trujillo, es calificada como la gran escuela del arte y la locución nacionales.

Los historiadores contemporáneos destacan siempre el rigor que primaba en esa empresa al momento de contratar los cantantes, actores, presentadores, músicos, actores, bailarines, guionistas y técnicos que integran sus elencos y equipos de trabajo.

La planta contaba con sus escuelas de talentos, con un peso  académico, que todavía gravita, ya que exponentes como Joseíto Mateo, Johnny Ventura, María Cristina Camilo, Papa Molina, Josefina Miniño, Vinicio Franco, Armando Recio, de allí es que vienen, por citar algunos.

El impacto de La Voz Dominicana se sentía en el exterior, por sus famosas semanas de aniversario, la dictadura no escatimaba esfuerzos en traer a  las grandes figuras de México, Cuba, Argentina, Puerto Rico, etcétera.

Pero si intentamos identificar el mayor salto cualitativo que ha experimentado la televisión dominicana en las pasadas décadas, estimo que lo constituye la aparición de Teleantillas y su parrilla programática, a finales de los años 70.

Teleantillas emerge en el espectro radioeléctrico casi concomitantemente con los efectos del huracán David, al que siguió la tormenta Federico, y que obligaron a las familias dominicanas a largas jornadas de reclusión en el hogar.

Igualmente, comenzaba a establecerse el servicio de tele-cable, es decir, la televisión por suscripción pagada y sus consiguientes programas de las grandes cadenas internacionales.

Con la introducción del formato de video de tres cuartos, un sonido depurado, iluminación mucho mas efectiva pero tenue sobre la piel y criterios de producción avanzados, Teleantillas significó un gran avance para nuestra televisión.

Eso incluyó nuevos conceptos en las promociones y bompers, que eran por si mismos un deleite de escuchar y ver.                              

Decir las noticias, no recitarlas

María Elena Núñez, 1ra. finalista Miss R.D. 1979

Fue en Teleantillas que se introdujo el concepto internacional de presentador o “ancla” de los noticieros para televisión, en lugar del estilo locutoril que predominaba hasta entonces.

Se trataba de que los presentadores del Noticiario Teleantillas, José Andrés Pena Manso, por ejemplo, trasmitieran mayor credibilidad por que casi siempre se trataba de reporteros que conocían el manejo de la información.

La introducción del teleprompter fue una innovación impactante que llamó la atención del público, acostumbrado a ver a los locutores de noticias bajar y subir la vista alternativamente al leer sus noticias.

Igualmente, con un mayor uso del video como apoyo de las informaciones, los reporteros de Teleantillas se convirtieron en figuras en si mismas, reconocidas tanto por su voz como por su físico: Saúl Pimentel, Arístides Reyes, María Elena Núñez y Ramón Rosario, entre otros.

Teleantillas también innovó con programas especiales, y espacios para informaciones más ligeros, como la Revista de Noticas, presentada por Bernardo Pratt y Margarita Henríquez.

Panel a otro nivel

Hasta los programas de panel eran exquisitamente producidos en Teleantillas, al punto que llamaban la atención y encontraban audiencia entre los niños mayores y adolescentes de la época.

En tal sentido, recordamos espacios como Posdata, conducido por Antonio Emilio Ornes, y Sobre el Tapete 

Fiesta de Teleantillas

Pero la incidencia mayor y el legado histórico de Teleantillas, está representado sobre todo en la parte artística, y su emblema es el recordado programa Fiesta, que se pasaba a partir de la una de la tarde.

Lo primero que llamaba la atención de Fiesta era su escenografía a base de luces, lo que rompía con los decorados acartonados y recargados de otros espacios como El Show del Mediodía.

La producción llegaba pregrabada, con sonido bien ecualizado y cuidado, los talentos con vestuarios por lo regular codificados y corrección en maquillajes y peinados.

En Teleantillas, las orquestas merengueras desarrollaron la cultura de cuidar la imagen grupal, y eso fue de muchos beneficios para la proyección que lograra el ritmo en los 80.

De su lado, las solistas jóvenes que luchaban por conquistar su espacio frente a las tradicionales, como Luchy Viciosos, Sonia Silvestre y Rhina Ramírez, tuvieron la dicha de juntarse con Aquiles Durán, Summer Carbuccia, Manuel Tejada y Victico Erarte.

Por ejemplo, Olga Lara, era una chica tímida que llegó a Teleantillas solo con su guitarra, y en pocas semanas se transformó, porque pudo depurar su imagen y armarse de modernos arreglos para sus canciones.

Vickiana, muy buena vocalista, que sobre la base de sus presentaciones en Fiesta proyectó su imagen sensual y rivalidad con Olga Lara.

Como se sabe, Taty Salas, Sonia Alfonso, la misma Luchy Viciosos, Jacqueline Estévez, también le deben el impulso de sus carreras a esta planta.

Creo que Johnny Ventura tenía una especie de sociedad con Fiesta, pero el caso es que sus presentaciones allí, que eran verdaderos especiales, eran algo proverbial, y a veces compartía con el Gran Combo, Henry Fiol, Celia Cruz, Oscar de León y otros grandes de la música tropical.

El Jueves Original fue el espacio que permitió la transición de dos grandes exponentes que formaron parte del Combo Show de Ventura, Luisito Martí, a comediante, y Anthony Ríos, a cantante solista, actor y animador.