REPLAY

Esposas Que Matan

Cuando Ramon Frias estaba casado con Kety gustaba mucho de realizar en su casa actividades sociales.
Su especialidad era invitar a sus amigos a unas suculentas y sabrosas parrilladas en el patio de su residencia.
En una ocasion en que estuve de invitado a una de sus famosas parrilladas ciertamente comprobe el excelente sabor de las chuletas, los cortes de los steaks y los chorizos tan bien sazonados y jugosos que habia preparado Ramón.
-Oye Ramón, tú deberias poner un restaurante especializado en carnes asadas, porque de verdad son excelentes tus parrilladas- le dijimos.
¿Tú crees?- respondió con timidez.
-Si, ojalá muchos tener la maestría tuya asando
carnes...
-Bueno, gracias por el halago. Voy a pensar lo del restaurante- dijo.
En eso, Ramón se levantó de su silla y entró a la casa a buscar una botella de vino, lo que aprovechó su mujer para decirnos:
-Tú le estás creyendo a ese "jablador". Esa carne no la asa el ná!. El la compra hecha y la pone encima de la parrilla para que crean que fue él quien la hizo.
Cuando Ramón retornó nos encontró con una sonrisita socarrona... pero no le comentamos nada de la revelación que nos había hecho su esposa.
Pensé en que las mujeres son así. Que a veces se molestan con cualidades propias de ellas que desarrollan los maridos...
Sin embargo, cuando al poco tiempo se divorciaron, entendí que quien verdaderamente estaba "en la parrilla", "sazonado", era Ramón...¡Okey Ramón!