LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

Alrededor de 200 familias de la vieja Barquita ya han sido reubicadas en su nueva vivienda desde que se inició el proceso de traslado que se espera concluya a finales del próximo mes.

La información la dio a conocer ayer Nelson Camilo, encargado de la comisión de mudanza y de Programación, de la Unidad de Reubicación y Entorno. Recordó que las familias a ser trasladadas son 1,400, de acuerdo con el censo que se elaboró.

Afirmó que hasta ahora se ha hecho un trabajo sin ningún inconveniente, aunque reconoció que todavía se está en proceso de negociación con los propietarios no residentes.

“Le pedimos paciencia a la gente, porque cuando se comienza a desalojar, se trabaja de inmediato la demolición de las viviendas, tenemos una planificación de la zona”, dijo.

Pero propietarios como Máximo Sierra no están conformes con lo que se ha hecho con ellos. Cuenta que con ellos no se ha hablado sobre el pago de sus bienes inmuebles, a pesar de que han acudido a entidades como Bienes Nacionales.

¡Qué bonito! Cualquiera que lo lee lo compra…

Difícil de creer que esa zona no sea poblada de nuevo, como ha sucedido ya en otras ocasiones.

No es que seamos pesimistas, pero es que vivimos en un país muy especial, una especie de Macondo, donde todo puede suceder por tradición.

No nos chupemos el dedo gordo del pie derecho creyendo en cuadros que nos pintan en nuestras narices, muy bonitos, pero que al final de cuentas no pasan de ser expresiones de la pintura surrealista.

Ahí ven, a los propietarios de viviendas pidiendo un ojo y la mitad del otro  por casetas de cucarachas, que las quieren cobrar más caras que un apartamento en el Piantini.

Porque el dominicano es así…

Ya han visto que ni siquiera se ha podido avanzar en el teleférico, porque los propietarios de un colmadón piden que les paguen el local como si fuera Plaza Lama, ¡esos bárbaros!.

Es que somos así, como dice Boruga…

Los buhoneros  montan un tarantín, con cuatro tablas  en la Duarte con Paris, y tienen el tupé de ponerle un letrero que dice “se vende este negocio”. ¡No seas usted pendejo!