ARTE NACIONAL

El mejor espectáculo del año

Cada vez que se dan a conocer las nominaciones del premio Soberano se producen escarceos que involucran  al público y a los propios comunicadores del área artística, en muchos casos generados por el legítimo derecho  a disentir, como también  a sentidas y marcadas preferencias determidas a veces por intereses muy particulares.

De todo eso hay en el combo, lo cual siempre hemos considerado saludable, porque si no hay inconformidades ni discusiones, la premiación pasaría sin pena ni gloria. 

Lo que nunca hemos considerado honesto, ni correcto, es "hablar  por boca de ganso", sea en el arte o en cualquier otra área.

Casi al final del año pasado Edilenia Tactuk y The New York Band presentaron en en el hotel Jaragua el mejor y más grande espectáculo que agrupación musical alguna haya puesto en escena en los últimos tiempos, tomando en cuenta los detalles escenográficos, decorativos, proyección de gráficos, (recreando las calles y la ciudad de Nueva York) el ritmo del montaje, la articulación de los elementos primarios y secuenciales dentro de la producción, con una magnífica "mise-en-scene" propia de Broadway, que permitían a los integrantes de la agrupación jugar con elementos armónicos y referenciales, no habituales en un escenario donde la mayoría de los que suben al mismo, no pasan de ofertar en su propuesta un simple  "baile con luces".

Edilenia y The New York se ganaron todos los créditos  por lo que Acroarte hizo bien al nominar su espectáculo  para el premio Soberano que se está montando este año.

Pero resulta extraño que se trate de descalificar esta magnífica producción musical totalmente diferente a la que se presentó en premios Soberano el pasado año, y que fue la que motivo el regreso de la agrupación a los escenarios.

Las dos presentaciones son distintas, y decir que se ha nominado un segmento de la pasada producción del premio es una infamia, tendente a confundir a la opinión pública, que además denota que quien dice eso no estuvo presente en el espectáculo del Jaragua.

Si vio lo que se hizo en el Soberano y lo que se presentó en el Jaragua a fin de año,  nadie sería capaz de establecer un solo grado de similitud o igualdad en ambas producciones.

Habría entonces que ver de qué lado está la deshonestidad.

Pienso que en aquellos que se atreven a criticar algo que ni siquiera han visto.