sábado, 22 de abril de 2017

JULIANA QUE MALA ERES, QUE MALA ERES JULIANA

Los artistas no saben darse su puesto, y por ello se les menosprecia y maltrata.

En los clubes sociales, como el Country Club, por ejemplo mantienen estrictas medidas contra los músicos, en procura de que ninguno se vaya a mezclar con las muchachas "de sociedad" que acuden a los bailes con sus padres.

No olviden que Country es el club de la aristocracia, y la llamada gente de "sangre azul" del país, segregacionista, racista, donde todavía se menosprecia la bachata, por ser una expresión de "los chopos". No se contrata a sus intérpretes, y a los merengueros que también cantan bachata les ponen restricciones con ese género.

Pero en los clubes y discotecas de los barrios también se menosprecia a los músicos, cuanto tocan en locales sin camerinos, metidos a veces en sucios baños con inodoros desborantes, donde les dan como cena (establecida en el contrato), un picapollo con malta Morena, como si fueran trabajadores haitianos de la construcción, que comen ¡hasta rayos!.

Lo grande del caso es que aquí la gente se asombra de lo que exigen los artistas extranjeros cuando van a tocar a cualquier lugar.

Piden cosas que aunque no usen, se establecen en el contrato para que los empresarios "no se hagan los locos".

Pero las cosas no tereminan ahí. Hay cantantes de orquestas que critican a quienes tratan a sus músicos bien, otorgándoles buenos salarios y atenciones.

O sea, que el maltrato y el menosprecio hacia los artistas no viene solo de gente fuera del sector.

El asunto no puede ser escuchado como "tambores lejanos"

Es un sonido muy cercano, que se  parece al del "zun zun de la calavera, el que mira pa' atrá le doy una pela"

2 comentarios:

  1. Tremendo fuetazo a Sergio Vargas, el comunista ignorante que se quillo cuando supo que el torito le pagaba bien a sus musicos.

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  2. Johny Ventura trató de esa no fuera la realidad en nuestro país para con nuestros artistas, pero una golondrina no hace verano; más aún cuando tuvo pelear solo en esa parte, a la gente del Contry Club los puso a rayas.

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NIURKA BAEZ,
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