sábado, 16 de octubre de 2010

  CUIDATE DE LA GENTE, LOBITO...
Estos consejos que te doy, lobito, son el resultado de mi experiencia de vida...
Inspirados en el deseo de que puedas alcanzar las metas que te has propuesto.
En tu camino hacia el éxito y la fama, debes cuidarte de la gente que está en tu entorno.
Son los primeros que en vez de ayudarte al ascenso te van a poner zancadillas y obstáculos para que no puedas superarlos.
Son los llamados “derrotados del triunfo ajeno”, que en vez de alegrarse de tu éxito, se sienten mal porque no lo obtuvieron ellos.
Incapaces de superar su realidad se dedican entonces a tratar de torpedearte, como se dice popularmente, de “’ponertela difícil” tratando de que no puedas avanzar y que se alegrarán si en el intento de descarrilas.
Sencillamente porque son unos mediocres, que ya no van para ninguna parte, y se sienten mal cuando ven a un compañero que sí puede alcanzar la fama y la fortuna, mientras ellos se han quedado rezagados.
Eso si, que si venciendo hasta los obstáculos que ellos te ponen en el camino logras el éxito, serán los primeros que van a estar detrás de tí proclamando que son amigos tuyos y "buscando lo suyo", como si tuvieras algo de ellos.
Si te nombran ministro del gobierno o te ponen al frente de una entidad estatal, donde hay “vida”, verás como todos se te aparecen buscando empleos, ayudas y botellas, cuando eran los primeros que no querían saber de tí.
Con el agravante de que por más que trates de complacerlos, nunca van a estar conformes, porque siempre se creerán merecedores de algo más.
“Y eso es lo que tú me vas a dar?”, es la expresión más recurrente de esos fatales que nada hicieron por tí, pero son los que más exigen y piden.
Por eso, si te ganas  20 o 30 millones de la loto, lo primero que debes hacer es mudarte del barrio, porque los vecinos te van a hacer la vida imposible, con la envidia abierta o encubierta.
Alquila  un camión un camión de mudanzas y acarreos, de noche preferiblemente, mete todos tus trastes, sin decirle nada a nadie, y múdate bien lejos, porque de lo contrario no tendrás sosiego, pues tu casa siempre la tendrías llena de lambones, pidilones, y de gente que va a buscar “lo suyo”, entre ellos algunos familiares que ni siquiera conoces.
No importa que te murmuren, pues de todas maneras hablarán de tí, diciendo que has cambiado y que eres comparón después que te sacaste el premio o te hicieron funcionario del gobierno.
Esos mismos serán lo que dirán que "ayer andabas en chancleta y hoy andas en jeepeta", para denostarte. Las envidiosas vecinas del barrio se inventarán historias y dirán que eres un pendejo, comprándole carro y vestidos caros a tu mujer, para que ella se los vaya a lucir a otro porque te está pegando cuernos.
Si remodelas la casa donde vives y te quedas en el mismo lugar de cuando eras pobre, dizque por fidelidad con el barrio, no podrás resistir el asedio y el acecho de la gente, eso te lo puedo asegurar.
Hay gente que se saca el premio mayor y no puede disfrutarlo por el afan de la gente.
Esto que te digo no es egoismo, ni nada que se le parezca, sino pragmatismo.
Trabaja y lucha para superarte, y como dice el merengue: “No te lleves de la gente, que eso no conviene, el mundo critica, pero no mantiene”.

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NIURKA BAEZ,
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