miércoles, 21 de agosto de 2013


Por Juan Colón
Probablemente  junto con las congas, también llegó este instrumento, que en un principio no tuvo el empuje e  igual fuerza que aquellas, pero a medida que surgieron los combos fue en busca de su lugar.
La gran mayoría de los combos empezaron a usar timbales, y siempre era el tamborero quien lo tocaba, cuando se iba a tocar bolero o guaracha, danza, paso doble, etc., este se cambiaba de instrumento, creando un nuevo formato para la alineación de los combos.
Danilo Ovalles (padre e hijo) y Joe Colón, fueron de los primeros bateristas en adquirir el timbal, también Carmelo García, quien emigrara a Estados Unidos y se convirtió en uno de los mejores del mundo en ese instrumento (Está pendiente una reseña especial sobre este grandioso músico nuestro).
Con la salida al mercado de Johnny Ventura, Félix del Rosario, Rafael Solano y su Orquesta, Combo Perla, Combo Candela, Tatán Jiménez, El Negrito Truman, etcétera, se popularizó más el uso del timbal.
Ovalles hijo,  “El Brigi”, se destaca más que su progenitor en el uso de este nuevo instrumento.  Víctor D’Carlo  –Memelo-  (hubo un merengue muy famoso de Los Magos que alude a estos dos excelentes músicos: Elías “Bolilo”, Ramoncito el de la Pipa, y más tarde otros excelentes percusionistas también abrazaron el timbal.
Quedó instituido como de hecho que todos los tamboreros en los grupos tocaban timbal: Juan de la Crúz “Chocolate”;  Miguel Montás (también excelente baterista);  José Lucia;  Manuel Tatis; Julito Figueroa;  quienes adquirieron mucha destreza en tocar el instrumento.
En los últimos tiempos se destaca  “El Novato Ortiz”, como lo llaman, quien es uno de los más solicitados en estos momentos.
Todas las agrupaciones de baile usaban el timbal y con gran potencial, al punto de que cuando se necesitaba un tamborero para un grupo, se le exigía que fuese también timbalero.
Luego que los grupos empezaron a tocar puros merengues en sus fiestas, las pailas empezaron su desaparición de los medios, y quedaron prácticamente fuera de todo movimiento musical.
Ahora estamos viendo su necesidad de uso por la incursión de muchos cantantes en el mundo de la salsa, donde su uso es prácticamente indispensable.
 La gran mayoría de los timbaleros aquí mencionados son percusionistas excelentes, tocan a niveles profesionales la tambora, güira, los bongos,  y en muchos casos, la batería también.
 El timbal no pudo convertirse en el sustituto de la tambora, que siguió como el motor rítmico, la parte intrínseca del ritmo merengue,  y que no podría ser  desplazada, porque de ser así moriría la música vernácula.
 En otro artículo hablaremos de los baterías excelentes que hemos tenido y que todavía nos hacen sentir orgullosos del dominio logrado, estos buscaron más complejas, como tocar jazz y otros ritmos más demandantes.
 Debemos sentirnos más que orgullosos de tantos percusionistas que en sentido general tenemos, todos dotados de una gran musicalidad y conciencia.

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