Cuando los policías le dan pa´abajo a los delincuentes...

Cuando al “Coronel no tiene quien le escriba”, aparecen muchos mequetrefes y alcahuetes apoyando a los delincuentes

En los Estados Unidos la mayoría de los delincuentes cuando son detenidos o arrestados por la Policía difícilmente  se resisten y arman las balaceras que se ven aquí cuando ocurre lo mismo.

Y no es que que no haya resistencia, en muchos casos, pero los “sospechosos”, como les llaman de manera eufemística hasta a los criminales más terribles antes de ser juzgados, se lo piensan dos veces antes de proceder a iniciar una alocada balacera, donde pueda resultar herido o muerto un policía, porque ahí si que "se le pone la piña agria".

En nuestro país no... Los delincuentes desde que les mandan un "alto" no vacilan en entrarle a tiros a la policía con una ferocidad espantosa, en plena calle, o centro de la ciudad, sin importar llevarse inocentes por delante.

No se había visto un nivel de tanta agresividad como la que exhiben los delincuentes dominicanos, que en su afán de escapar le dan un tiro a cualquiera para quitarle el carro, como se ha visto en muchos casos.

Delicuentes que andan "armados hasta los dientes",  a veces con armas de guerra superiores a las que portan los mismos policías.

Todavía los rodean, los encañonan y los atrapan para que se rindan y se entreguen, y los malditos, sin juicio, no tienen miramiento en halar por sus armas, como si estuvieran en una película del viejo oeste  y se les importara morir.

lo grande del caso es que hay unos vagos y alcahuetes que solo abren la boca para apoyar a los forajidos. 

La policía hoy se queja de que en un año de la actual jefatura han muerto 80 agentes a manos de los delincuentes, y que sin embargo, entidades como Amnistía Internacional solo levantan su voz cuando es un delincuente el que cae a manos de algún policía.

Más policías muertos en un año que los de cualquier ciudad desarrollada. Y así no puede ser.

Policías ganando sueldos de miseria y muriendo a manos de delincuentes para defender los bienes y a gente que no valora el sacrificio y el esfuerzo que hay que hacer en esa labor.

Lo grande del caso es que para defender la delicuencia se habla de regenerar individuos con innumerables fichas que cuando salen de la cárcel vuelven a lo mismo.


Excrecencias humanas que le hacen honor al refrán de que "árbol que nace torcido jamás su rama endereza", pero que encuentran quienes los defiendan más que a sus víctimas.

No es de extrañar ni de sorprender que con una delincuencia tan violenta, que no respeta niños, ancianos, policías, pobres, mujeres, millonarios, funcionarios, celebridades, tengamos un índice tan pronunciado de antisociales muertos y "despachados" al lugar donde muchos deberían estar, para que no vuelvan.