MATARON UN GENERAL!
En el 1980 regenteaba una oficina de venta y mercadeo de artistas que tenía el nombre de Producciones Artísticas, con oficinas en la calle Cervantes 151 A de Gazcue.
Desde allí se comercializaba la orquesta de Bonny Cepeda y se organizaban actividades diversas.
Como parte del personal ejecutivo se encontraba Belkis Martínez y posteriormente el hoy abogado Rancys Ortiz, quienes eran los encargados de hacer las contrataciones artísticas y de manejar la parte operativa.
En esa época el músico Guillo Carías tenía también su empresa de contrataciones artísticas en el conde esquina 19 de Marzo , y en más de una ocasión acudió al programa de radio de Mundito Espinal a denunciar que nosotros con Producciones Artísticas hacíamos el papel de juez y parte.
Guillo decía que le hacíamos una competencia desleal a los agentes y managers establecidos, porque aparte de periodista, ejercíamos en el mismo terreno haciendo contrataciones y vendiendo artistas.
Nunca respondí a los ataques de Guillo, pues eran el resultado del auge que estaba teniendo mi empresa.
El caso es que Producciones Artísticas llegó a realizar muy buenos negocios, pues cuando llegó a nuestras manos la orquesta de Bonny Cepeda, logramos subir su tarifa, de 600 a 800 pesos por baile.
Lo que hoy día es el precio de una taquilla para entrar a un baile, era lo que valía contratar a Bonny Cepeda para tocar una noche entera, así como lo leen.
Tengo todos los contratos guardados de los artistas que manejamos en ese tiempo, lo que ahora darían risa.
Fue la época en que junto a Johnny Ventura nos propusimos hacer un espectáculo multitudinario aprovechando la temporada de navidad.
Lo denominamos Navidad Pal' Pueblo y acordamos presentarlo en el Estadio Olímpico, incluyendo una constelación de atracciones artísticas y una gran cantidad de regalos.
Como se trataba de un proyecto muy ambicioso, decidimos incluir en la sociedad al empresario Adriano Rodríguez, pues el mismo nos aseguraba el importante soporte de Color Visión para la publicidad y promoción, pues él tenía parte de su programación.
Adriano además negoció los regalos de neveras, televisores, estufas, y las canastas navideñas que se iban a rifar durante el espectáculo.
Cuando arrancó la promoción de Navidad Pal'Pueblo la publicidad se dejó sentir con fuerza, generando un interés tan grande, que el día del espectáculo reunimos más 40 mil personas en el Estadio Olímpico.
Estabamos felices con el éxito extraordinario que habíamos alcanzado en Navidad Pal Pueblo con una asistencia masiva de gente.
El caso es que pasados los momentos de alegría y de euforia, al lunes siguiente del fin de semana de la presentación fui con Johnny a la oficina de Adriano Rodríguez de la calle Santiago, donde operaba Adris Productions.
Acudimos a liquidar con Adriano la parte que nos correspondía de las ganancias que había generado el evento.
Era con un saco de dinero que ibamos a salir de la oficina de Adriano, pensábamos.
Pero pronto sufrimos una gran desilución.
-El espectáculo no dejó ganancias- nos dijo Adriano sentado detrás de su escritorio.
- Pero, cómo que no dejó dinero, si fueron como 40 mil personas?- reclamó Johnny.
-Ah!, pero tienen que calcular lo que se gastó en todos los regalos de televisores, las neveras, los abanicos, las tostadoras , las lavadoras que se rifaron. Además las cuñas de televisión. Nada de eso fue de gratis...Todo eso lo puse yo...
El caso es que Adriano, que ciertamente había conseguido todos los regalos por intercambio de publicidad en sus telenovelas por Color Visión, los cobró todo en efectivo de la suma recaudada.
No nos dió un centavo de lo recaudado.
Una frase que nunca se me ha olvidado, fue la que dijo Johnny cuando íbamos saliendo de la oficina de Adriano, tristes y pesarozos: ''Mataron un general!''
Johnny que pida su regalia por derechos de autor.
ResponderEliminarPor eso me encanta este blogspt tiene tantos hechos verídico vividos e historial para contar y compartir.
ResponderEliminarAsí es papo aunque sea la quinta vez que lo cuenta.
EliminarAl zorro lo dejaron con el moño hecho, y al caballo lo dejaron sin relinchar, que mal que financieramente hubiera sido así, lo que no se ha podido obviar es la alegría, la chercha, y los buenos recuerdos atesorados con aquellos eventos populares, la ultima navidad pal pueblo que recuerdo fue aquella en la que julio cesar matias ( pololo ) esa vez en el palacio de los deportes, se le fue de las manos un pichón de toro medio famélico, que termino asustado volando la barda y metiéndose entre el público despavorido y asustado, había que ver algunas señoras mayores caneras con el juidero con el torito detrás, jajajaja estaban los guayones al pecho !!
ResponderEliminarPololo murió un 23 de diciembre creo, que del '83. La noche anterior lo habían homenajeado se dice que esa emoción fue le causó un infarto.
EliminarComo fui de los organizadores originales de Navidad Pal' Pueblo puedo hablar, porque al año siguiente del episodio que conté, mi oficina se encargó de contratar a todos los artistas que participaron, bajo condiciones diferentes a las del primer año. Pololo anunciaba un toro, no 60 vacas, chivos, pavos, ni nada parecido. O sea, que no había que romperse la cabeza para llevar un toro al Estadio Olímpico, no a Color Visión, como ahora, que se ofrece una cantidad extraordinaria de animales . Claro, el toro era uno de los tantos regalos que habían, pero no era más que un recurso publicitario del momento, que funcionó a perfección. No como ahora. Zorro.
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