Canitas al Aire...

Los chismes de la farándula por lo general se circunscriben a los artistas y a las figuras del medio.
Nadie habla de los enredos y los lances amorosos de los políticos, mandatarios, funcionarios del gobierno, los ricos y los millonarios de éste país.
Cualquiera diría que esos señores no “rompen un plato”, que nunca “tiran una canita al aire”, que son “hombres de sus casas”, y que por lo tanto los enredos de faldas hay que dejárselos a los peloteros y faranduleros.
Sin embargo es el área donde más movimientos hay...
Pero nadie habla de eso porque se trata de un tema tabú.
Todos han hecho sus “jugadas”, como humanos que son.
Eso nos recuerda una habitación que estaba sobre las oficinas de la publicitaria Fenix de Brinio Díaz en la calle El Conde, que utilizaba con regularidad el doctor José Francisco Peña Gómez para sus “desahogos” cuando todavía no existía en su vida Doña Pegui Cabral.
La villa de Casa de Campo que le prestaba Frank Guerrero, (el de Frank Guerrero Motors), al doctor Leonel Fernández para que hiciera sus “moviditas” en los tiempos en que doña Margarita ni siquiera estaba en sus horizontes.
Los generales Ney Nivar y Guarién Cabrera, que muy bien se despachaban con algunas de las Panteras de Manuel Logroño, de Gladys Martínez y sus Bombones (por algo portaba una 45 que un a vez se la sobó a Mundito), así como Mary Paz la de El Cortijo, sin contar las bailarinas, modelos y maniquies, importadas y criollas, del night club Lafuente del hotel Jaragua, manejadas por el coreógrafo Héctor de San Juan y que “seleccionaba” el coronel Moncho Henríquez, a la sazón jefe del servicio secreto de la policía, pero a la vez un viejito muy divertido.
Que eso fue en el pasado?. Pero y ahora?.
Dónde me dejan al candidato a la presidencia y a la presentadora de televisión?
Y el “affaire” de un ex presidente con la megadiva de la cual una primera dama no quería saber “ni en pintura”?
Y las chicas protegidas por Baninter, entre las cuales una que fue usada para entretenimiento “ocasional” de Luis Miguel, así como por otros magnates que practicaron “golf” con ella, en un entramado que dejó muy buenos beneficios a quien controlaba tras bastidores a la sexi marioneta.
Qué me dicen de la chica de La Vitrola, que se consiguió a un general que no tenía quien le escribiera, porque su mandato se fue con el de Hipólito.
El de ahora es un negocio muy fuerte, detrás del cual hay empresarios, diseñadores de moda y agencias de modelaje que han hecho muy buen dinero sirviendo de “dealers” a modelos, reinas y ex reinas de belleza, megadivas, presentadoras de programas de televisión “formalmente muy informales” y otras tantas que forman parte de una maquinaria de entretenimiento al más alto nivel.
Prometemos volver sobre el tema, como siempre con hechos y datos documentados.
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