!Bomba, Mi Hermano!

A veces hay campañas pretendidamente negativas en torno a una persona o un producto, que a final de cuentas producen resultados a la inversa, diferentes a lo que se esperaba
Ustedes saben lo que se inventaron con el ron Brugal y los efectos enervantes que supuestamente provoca a quien lo bebe.
Quisieron hacerle daño, pero en vez de eso lo que consiguieron fue reafirmar la “hombría” de quien lo consume al exacerbar el machismo con eso de que “el que bebe Brugal pelea o...
Lo mismo hay que decir de la campaña que le hicieron al empresario en el sentido de que hacía el amor auxiliándose de una “bombita”.
Quienes propalaron la especie fueron algunas mujeres, entre ellas la periodista Magda Florencio, en la época en que estaba activa en el medio, escribiendo de sociales.
Eso en vez de hacerle daño al empresario lo que hizo fue provocar la curiosidad de otras féminas que se manifestaban intrigadas por la famosa “bombita”.
Como esa versión corrió tanto, un amigo del empresario lo abordó sobre el asunto, con cierto temor, pues pensaba que se podía molestar. Pero el empresario lo que hizo fue sacar una sonrisita socarrona y le dijo.
-Esa propaganda me ha convenido. Son muchas las mujeres que han querido conocer la “bombita”. Ya mandé a pedir otra a Miami, no vaya a ser que la que tengo se me dañe y no pueda entonces seguir dando “pelas”.
!Bomba, mi hermano! Y no precisamente la de Los Rosario...