Alabanzas, cánticos y júbilo en concierto cristiano del Mayimbe
El artista reiteró que tiene 18 años que dejó las drogas y 6 sin tomar alcohol
La actividad contó con una congregación de cientos de personas, de diversos cleros, principalmente de la Iglesia Beth Hazme, Casa de Dios, organizadora del evento y a la cual pertenece el artista. Fernando puso a cantar y a bailar a todos con su repertorio de canciones dedicadas a Dios, entre las que se encuentran: “Ayúdame”, “He tropezado”, “Señor yo quiero ser como tú”, “No desmayes”, “Un hombre nuevo”, “Sin Dios no hay nada” entre otras.
“Qué bendición más linda de ser aquí donde están todos mis hermanos en Cristo, que yo ofrezca mi primer concierto cristiano” dijo Villalona, quien recibió además el apoyo de sus familiares. Durante el concierto dio testimonio de su pasado, antes de conocer al Todopoderoso.
“Yo llegué a la condición de pedir colilla. Qué verguenza, que mal estaba yo en ese tiempo; por esa situación llegué a defraudar a mis padres” explicó el merenguero.
De la misma forma, con voz entrecortada y lágrimas en los ojos, dijo que él sabia que iba a salir de las drogas porque el Espíritu Santo se lo hacía saber, revelando al mismo tiempo que tiene 18 años limpio y 6 años sin tomar alcohol.Invitados especiales
El recital contó con la participación de invitados especiales, como Jossie Estaban y Sergio Vargas, quien cantó junto a Villalona, “Como no creer en Dios”.
“Gracias a Dios y a Fernando que entre tantos artistas me halla elegido para darme un baño de bendición junto a ustedes” dijo Sergio.
Habeses creo en el arrepentimiento veraz, habeses (repito). Pero hay muchos que han trillado ese camino como única vía para vender una imagen despues de tocar fondo. Es muy bonito -si es sincero- ver que una persona que se ha pasado una vida de barbaridades, de inrrespeto, de vejamenes por sentirse superior, tire la tuaya y de un giro de 180 grados, para ser otra persona. Es admirable y loable.
ResponderEliminarES VERDA EL DEJO LA DROGA .,
ResponderEliminarEL NO SE ACUERDA DONDE LA DEJO