La vida de los famosos del arte no es tan facil como mucha gente piensa.
En algunos casos se parece a la de los peloteros de grandes ligas, a quienes se les adiestra para que ignoren a las hermosas fanaticas que se les acercan y se insinuan en plan provocativo, como la serpiente del paraiso, para que se coman "el fruto prohibido".
Cualquier desliz puede provocar un escandalo que se traduce en demandas que cuestan mucho dinero, y que en algunos casos puede terminar con la carrera de cualquier "big leaguer"en el cual se ha invertido mucho dinero.
En la farandula se han visto ya muchos casos, pues no es sencillo sustraerse a la tentacion de la carne. Hay que tener mucha fuerza de voluntad para no dejarse tentar de algunos apetecibles manjares que en el fondo no son mas que "caramelos envenenados".
Hay uno que ha perdido hasta la casa, pues los abogados de la victima "ofendida" se extralimitaron en las exigencias, ya que han querido "sacar" lo de la muchacha, y lo de ellos por supuesto.
Los artistas veteranos como Wilfrido Vargas saben muy bien "torear los ganchos", como la vez en que se escondio en el closet de la habitacion de un hotel en Panama, para que cuando le abrieran la puerta a una muchacha que tocaba le dijeran que no estaba.
Pero lo de Sergio Vargas es antologico... Se recuerda que viviendo en un apartamento en la entrada de Arroyo Hondo despidio a la empleada de servicios, porque esta no dejaba de tentarlo.
Cuando Sergio llegaba de noche, despues de tocar fiestas o de darse algunos tragos, y la empleada iba a la estufa a buscarle la cena, al abrir el horno se agachaba y "sin querer queriendo" le mostraba el trasero.
Al Negrito de Villa no le costo mas remedio que salir de esa trabajadora para ''no caer en latentacion, Dios te libre de mal, amen''
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NIURKA BAEZ,
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