Los dueños de establecimientos de diversión se unieron para para pedir el levantamiento de la medida que limita la venta de bebidas alcoholicas en sus negocios.
Pero al mismo mantienen una guerra soterrada entre ellos mismos, para que nadie tome ventaja violentando la disposición.
El diseñador Martín Polanco abrió un “lounge” con el nombre de Passarela al lado de su atelier en la avenida 27 de Febrero y estuvo empleando toda suerte de trucos para mantener el lugar abierto pasadas las doce de la noche.
Uno de ellos era cerrar a las doce de la noche con verja metálica la puerta principal, para aparentar que dejaban de operar. Pero entraban a la gente por la tienda de ropa adyacente.
La estrategia le funcionaba por muy poco tiempo ya que las autoridades se enteraban de inmediato y se tiraban para cerrar el lugar.
Martín acusó a los Abigail de Rumba Café Bar, que en su programa de televisión alertaban publicamente a las autoridades de Interior y Policía en torno a un lugar que se mantenía abierto despues de las doce, mientras ellos cerraban.
Ahora el lugar de arrastre, que se llena de los “blancos y riquitos”, el que esá “acabando” con todos los negocios de su género es la discoteca Led del hotel Hispaniola, donde la gente hace fila para entrar.
El negocio no cierra , no cumple con ninguna disposición de límite de horario, lo cual mantiene muy molesta a los dueños de Praia y de Loft, quienes mantienen una campaña en contra del nuevo establecimiento.
Pero como Led se encuentra en una instalación turística, el reglamento no aplica para ellos.
Además desde Interior y Policía les han hecho saber que “no es lo mismo ni es igual”, pues tanto en Praia como en Loft se han producido hechos violentos donde clientes han perdido la vida, lo cual les mantiene fuera de calificación para cualquier concesión.
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