Averao! Como el Burro e' Chucho!

Varios son los cantantes de merengue de los años ochenta que en los últimos tiempos han intentado reinsertarse en el medio y lograr un “come-back” que les posibilite convertirse en una nueva oferta para el público.
Sobre todo después de que El Jeffrey lo hizo con tanto éxito.
Todos han fracasado en el intento sin que nadie explique las razones y a qué se debe.
Obligan a que tenga uno que asumir el compromiso de señalarles dónde es que ha estado el problema.
El asunto es el siguiente: Aramis Camilo, Peter Cruz, Ray Polanco, Benny Sadel, Charlie Rodríguez, se fueron todos a residir a los Estados Unidos, donde para poder sostenerse han tenido que recurrir a cantar en restaurantes como solistas, acompañándose de un tecladista o de las pistas.
Bien es sabido que esos restaurantes pagan muy poco por ese servicio.
Luego, cuando esos cantantes deciden retornar con una orquesta se encuentran con el inconveniente que los que compran bailes no les quieren pagar lo debido pues ya tienen el precedente de los precios que cobraban en los restaurantes.
A eso hay que agregar los prejuicios de la gente que tampoco quieren pagar para ir a sus bailes, porque según alegan se cansaron de verlos como solistas en los restaurantes.
Que por qué no sucedió lo mismo con El Jeffrey, que en Nueva York cantaba en restaurantes y que hasta vendía ropa de un negocio que había en un sótano?.
Lo primero que hizo Jeffrey fue venir a vivir al pais donde nadie lo asocia con esos menesteres, donde presentó una oferta fresca, novedosa, que junto a los millones que le invirtió Cacao Récord, hicieron el milagro de catapultarlo.
Después de su triunfo aquí, a la gente de Nueva York no le costó más remedio que aceptarlo, pues como se sabe todo lo que sucede aquí repercute allá.
Aún así no faltan quienes en Nueva York, como lo conocen bien, le dan su tijera al Jeffrey,.
Le critican el exceso de seguridad y guardaespalda cuando ha ido al United Palace y a diferentes bailes.
No conciben que el tipo que veían en los restaurantes o negociando ropa en la calle asuma el papel ahora de una superestrella.