ABOGADOS DEL DIABLO

La denuncia de Raysa Moya de que sometió a la justicia al merenguero Omega por celos, debido a que el artista tiene una mujer mudada en su apartamento a la cual le compró un carro, es un típico pleito plebe entre marido y mujer.
Ahora bien, lo que dice de que se querelló en contra de Omega inducida por algunos abogados, que casi la tenían secuestrada, evidencia hasta donde se ha llegado aquí en el afán de sacarle dinero a los artistas y figuras públicas.
En el país hay una serie de abogados inescrupulosos que andan buscando figuras famosas a las cuales presionar con demandas en interés de forzar a transacciones económicas, como se pudo verificar en el caso de la cajera del motel Tía Tania.
Los artistas tienen que cuidarse de esos abogados del diablo que andan como “tiburones de la bahía” buscando a quien morder.
Lo aconsejable es que tengan asesores legales y profesionales del derecho en capacidad de defenderles de tanta gente sin escrúpulos.
Pero también deben cuidarse para no ser víctimas de la maldad.
Sobre todo ahora que las leyes se manifiestan tan rígidas en la defensa de la mujer, debido al sensible tema de la violencia de la que con frecuencia son víctimas.
De todas maneras, nos alegramos de que Raysa haya retirado la querella en contra de Omega, quien fue condenado a tres meses de prisión preventiva.