Rafael Corporán de los Santos fue en sus inicios promotor de la casa Brugal, actividad que desarrollaba en una motocicleta con Tito Campusano montado en la parte trasera del asiento, etapa en la que se le veía repartiendo botellas de ron entre los bebedores de Borojol, Villa Consuelo y Villa Juana, parte de los barrios que la compañía le asignaba en su ruta de promoción
A Tito le pusieron el mote de Tito Cola, porque siempre andaba “en la cola de la motora".
Se puede decir que esas etapas suelen ser las más
interesantes en la vida y en la carrera de muchas figuras triunfadoras debido a que son las que con mayor fidelidad retratan y ponen de relieve el ingenio y la inventiva que articulan los triunfadores en ciernes, en la búsqueda de la diaria subsistencia para hacer provechosa la tarea de ganarse “el moro diario" .
Pero antes de ser promotor de ron, Corporán vendía billetes y quinielas al pregón,.
Se levantaba de madrugada y haciendo acopio de las condiciones que siempre ha tenido para la comunicación, se dedicaba a repetir en las ventanas de las habitaciones de las casas de la parte alta los números que le interesaban vender rapidamente.
Si tenía muchos terminales del 37 se la ingeniaba para hacer un recorrido por alguna calle a las cinco de la madrugada, cuando todavía la gente estapa durmiendo. Se acercaba a las ventanas de las casas con la gente durmiendo adentro y repetía : “El 27, el 27, el 27”...con una voz baja que parecía que llegaba desde muy lejos.
Luego retornaba a las 8 de la manãna con toda la gente ya despierta y desayunándose y al pasar por el lugar pregonaba a todo pulmón.
-El 27, llevo el 27....el 27...!
De inmediato recibía una avalancha de llamadas desde todas las casas de gente queriendo comprar el número porque ya Corporán se lo había vendido en el subconciente, cuando pasó a las cinco de la mañana.
La gente creía que el número se lo habían dado en un sueño y por ello se apresuraban a jugarlo.
Con ese truco vendía Corporán todos sus billetes y quinielas.
Dígame usted si alguien así que demuestra ese ingenio en esencia, no des capaz de llegar hasta donde ha podido escalar Corporán.
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