martes, 15 de julio de 2008

DONDEQUIERA SE CUECEN HABAS

Caracas es una ciudad a la que he visitado en numerosas ocasiones y en la cual he tenido muchas vivencias.
Desde aquellos tiempos en que visitaba la casa del legendario Billo Frómeta o las incursiones por Las Mercedes, con alojamientos que iban desde quedarme en el tradicional Hotel Mercedes, el Caracas Hilton o el fenomenal hotel Eurobuilding.

Los viajes a Puerto La Cruz y a la isla Margarita en el catamarán La Vickinga con Juan Luis Guerra o con Adriano Rodríguez, Sergio Hernández, Alex bueno y muchos otros artistas.
Pero también teniendo de anfitriones a los ejecutivos de la desaparecida Radio Caracas Televisión, a los que conocí cuando vinieron al país y montaron ERECE TV Dominicana, que no era más que el deletreo de las mismas siglas de su canal en Venezuela, con su legendario programa Cuánto el Show? que aquí hacía Johnny Ventura en la antigua Rahintel, del cual era jurado.
Era proverbial que cuando uno viajaba solo, se le procurara “compañía” para que fuera tu “chaperona” y tu “guía”.
Pero más que nada con el propósito de que “no te sintieras solo”.
En una palabra, te proporcionaban el acompañamiento de una “escort”.
Y cómo rechazar una oferta así, cuando además el servicio va por cuenta de la casa?.
Una “guía” a la que le encomendaron una vez para que fuera a recibirme al aeropuerto de Maiquetía, era una hermosa rubia, que parecía habe
r sido extraida de una de las páginas de la revista Play Boy.
Una muchacha deslumbrante que me “guió” por las discotecas de Caracas, por los famosos asad
eros de carnes, los lugares de arepa y cachapa, como también de igual manera haciéndome compañía en el área de la piscina del hotel Eurobuilding, con aquel traje de baño amarillo pollito que tanto le resaltaba sus bien formadas líneas anatómicas.
Extasiado, alejado del mundanal ruido y del fragor de la calle, quise hacerle un cumplido en la víspera de mi regreso a Santo Domingo.
-Realmente, ustedes las chicas venezolanas son fabulosas. Tan tiernas y cariñosas. De verdad que estoy viviendo contigo una experiencia estupenda. Ay si yo
te pudiera llevar conmigo a Santo Domingo- le dije, creyendo que me la estaba “comiendo” con esos halagos.
Pero, lo que me respondió me chocó contra una abrupta realidad que no esperaba.
-Venezolana yo? Va a seguir!. Yo soy dominicana, de Santiago...yo te conozco, Joseph, siempre te veía en televisión.
Anda pal’ carajo!

AZAFATAS DE TIERRA Y AIRE....

Esta experiencia la he querido narrar a propósito del “affaire” que se ha producido luego de que una chica perteneciente a una reconocida agencia de modelaje fue “detectada haciéndole compañía “por encargo” a un artista que recientemente estuvo presentándose en el país.
No entiendo por qué el “titingó” si lo mismo que les narré de las “atenciones hospitalarias” que se practican en Caracas también se dan aquí desde hace tiempo.
El brindar compañía por encargo es algo usual que usted prodrá llamarlo como le dé la gan
a o prefiera quizas “tapar el sol con un dedo”, pero en modo alguno se podrá negar.
Es algo usual que ciertas agencias de modelajes provean de “azafatas” y “damas de c
ompañía” a funcionarios, peloteros de grandes ligas, artistas nacionales y extranjeros, ejecutivos y hasta millonarios que quieren a veces pasar un momento divertido con una agradable compañía.
Muchas de esas chicas tienen pasaporte y visa por lo que ciertos “morocotes” que no quieren ser detectados se las llevan para los hoteles y las playas de Miami en procura de un “weekend” divertido.
No me hagan hablar, porque hasta algunos diseñadores”maipiolos” van a salir a relucir y no es mi intención derrumbar los santos de ciertos altares.
Los de la “agencia” que están "jociquines" lo mejor que pueden hace es callarse...
Porque bien que les va con esos servicios de “modelaje”...

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NIURKA BAEZ,
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