Leidi Luna es una de esas mujeres que tú te encuentras y hace tan buena química que dificilmente puedes alejarte o prescindir de ella.
Tan jovial, alegre y con esa gracia femenina que se manifiesta en cada detalle.
Desde que partió hacia los Estados Unidos los lugares que frecuentaba ya no son los mismos.
Su ausencia se nota, como dice la canción de Waso Brazobán
Pero qué gran gesto, cuando esa partida representa el sacrificio del intenso amor filial que conlleva la donación de un órgano al ser que te dió la vida.
Leidi se somete al delicado proceso de donar un riñón a su padre, en una operación no exenta de riesgos, a partir de la cual tendrá que implementar necesarios cambios en su estilo de vida.
Su organismo tendrá que acostumbrarse a la ausencia de uno de sus órganos, lo que conlleva un replanteamiento para amoldar su vida a los imperativos de su nueva realidad.
Qué hermoso cuando ese sacrificio se hace en aras de preservar la vida de un ser tan especial.
Un gesto así, tan hermoso, hasta Dios lo celebra y bendice.
Desde aquí, Leidi, nuestras oraciones , anhelos y deseos de que todo salga bien.
viernes, 4 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios