En uno de los primeros espectáculos en grande organizado por Felix Cabrera para La Mega en el Madison Square Garden con la participación de Enrique Iglesias, Ricky Martin, Alejandro Fernández, y otras grandes luminarias, me invitaron para que viajara a Nueva York a presenciar la función.
Me alojaron en The Michelangelo Hotel, donde tenían a las grandes estrellas, una distinción que agradecí porque me peremitía codearme con todas esas figuras.
The Michelangelo es un lujoso hotel boutique europeo de los que le gustan a Juan Luis Guerra cuando está de gira.
Está ubicado en la 51 st. en el Midtown de Manhattan con septima avenida, donde antes operaba el legendario hotel Taft que por más de diez años sirvíó de sede a los artistas y periodistas que participaban del Carnaval del Merengue de José Tejeda.
El Taft era uno de los más grandes hoteles de New York, con una capacidad de más de 1500 habitaciones, que abrió sus puertas en el 1926 y que tenía un historial de misterio y leyenda, por las muertes trágicas que ocurrieron a lo largo de todos los años en que estuvo en operaciones.
Pero esa es otra historia, porque ahora en el redecorado edificio el que opera es el italiano The Michelangelo.
De más está decir que entre el Michelangelo y el viejo Taft media una diferencia como del cielo a la tierra.
Pero, para mi era como si se tratara de volver a una vieja casa...
Y, oh sorpresa!
Cuando al registrarme me dieron una suite pensé que había un error y que la chica del front desk probablemente se había equivocado creyendo que yo era uno de los artistas que estarían en el show.
Pero, era cierto, se trataba de una distinción de Felix Cabrera.
El caso es que me dieron mi suite, con biblioteca particular, escritorio, computadora, sala, nevera full...en fin todo lo que por igual le proporcionaban a los grandes artistas que estaban en el mismo piso...Allí me codeaba con Enrique Iglesias, con su eterna gorrita y su berruga, y con la gente del ambiente, pero sobre
todo con Ricky Martin, un tipo super sencillo con el cual había concertado una entrevista coordinada por su manager, el buen amigo Angelo Medina.
El artista quería salir a un recorrido por Nueva York, pero de incognito, y para ello se hizo acompañar de unos amigos.
En el momento en que lo fueron a buscar estaba terminando la entrevista que le hacía y tuvo la gentileza de invitarme para que le acompañara ''el bureo'' por la ciudad.
Una locura la de Ricky haciendo travesuras y bromas que mantenían a todos con la risa al más alto nivel en el vehículo en que transitábamos por la ciudad
Sobre todo encontrando parecidos de gente que caminaba en la calle a los cuales comparaba con figuras famosas.
Dizque, "Mira donde va Alejandro Fernández con una bolsa en la mano...anda de compras.
Adivinen que lleva en esa bolsa...una tequila".
En otra dizque "Miren a la Shakira...parece que no pudo ir al beauty parlor..."
Y así por el estilo, todo era un vacilón y un relajo.
En una hizo que el carro se detuviera , salió a la calle, se paró en una esquina, abrió los brazos en cruz y gritó a todo pulmón: I Love New York! I Love You!...
Los trausentes lo miraban extrañados y sonreían como diciendo "de donde salió este loco?'', sin percatarse de que era Ricky Martin.
Yo por mi parte recordaba a Toño Rosario (nuestro Ricky Martin) que siempre está con su I Love You, I Love You....
El caso es que seguimos adelante en el bureo y al pasar por una pizzería Ricky hizo que el carro se detuviera y pregunta: Quieren pizza?.
No esperó que le respondieran, dijo "yo la busco", algo que se supone debería hacer cualquiera de sus acompañantes, no el artista, pero el dentro de su "living la vida loca" lo quiso hacer como parte del momento que estaba viviendo esa tarde.
Comprendí que tanto estar encerrado en una suite de un hotel hace que los artistas como él sientan la necesidad de expresarse como un ser común y corriente.
El caso es que al rato llegó con la pizza de chorizos, peperoni, queso y salsa italiana que todos
comimos, incluyendolo a él que por un asunto de dieta solo engulló un pedazo.Fue una jornada realmente estupenda, donde tuve la oportunidad de ver y de conocer a un Ricky Martin humano, sencillo, diferente.
No ese que la prensa, el medio y la gente moldea para hacer de los artistas figuras de plástico o de cera...
FOTOS
1.- Ricky Martin
2.- Lobby The Michelangelo
3.- Suite The Michelangelo
4.- The New York City
5.- Time Square New York
FOTOS
1.- Ricky Martin
2.- Lobby The Michelangelo
3.- Suite The Michelangelo
4.- The New York City
5.- Time Square New York
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NIURKA BAEZ,
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