UNA SANJUANERA EN LA MANSION PLAY BOY

La primera vez que estuve en Los Angeles, lo primero que conocí aparte de Sunset Street, los parques temáticos de Universal Studio y Hollywood, fue la Mansión Play Boy que para la época estaba celebrando una de sus célebres y prestigiosas  fiestas a la cual me llevó Erika Smith, empresaria que desarrolla actividades en todo el estado de California. 

Una casa de 22 habitaciones que ocupa casi 2,000 metros cuadrados, construida en el 1927  y comprada por Play Boy en el 1971.

Tiene de todo, como muchos de seguro habrán visto en el programa de E Entertainment Television (Lavadandería, su propio chef, zoologico, bodega, canchas, juegos, una impresionante área de piscina, sauna, grandes jardines)

En la misma se hacen grandes fiestas, sobre todo la del 4 de abril que es el cumpleaños de Hefner.

Pero a la que me tocó ir fue la que se denominada Midsummer Night's Dream (la fiesta del Sueño de Una Noche de Verano, como el famoso clásico de la literatura mundial escrito por Williams Shakespeare), que se celebra en verano y en la cual se lanzan fuegos artificiales espectaculares, algo que solo se permite en la Mansion Play Boy pues ese tipo de efectos está prohibido en Los Angeles.

El caso es que de repente me vi envuelto entre  figuras importantes y celebridades. Ni yo mismo me creía aquello.

Feliz estaba de poder estar en un lugar tan apetecido y deseado por tanta gente importante de la farándula norteamericana.

En esa fiesta habían conejitas ''por pi pá'' 

No podían negar que eran conejas, pues en la mansión esa noche parecían haberse reproducido por docenas ya que estaban por todas partes...

Rubias, pelirrojas, trigueñas,   de todos los colores y para todos los gusto .  

Todas muy  espectaculares, acorde con el emblemático lugar donde se estaba dando la fiesta.

Mi amiga Erika estaba entretenida hablando con unas amistades y mientras tanto yo aprovechaba 

para otear el ambiente.

Me resultaba curioso que la mayoría estaban solas, conversando entre ellas, porque  los pariguayos del jet set de Hollywood no les hacían caso.

Los escuchaba hablando ''plepla'' de carros y de beisbol mientras aquel cargamento de mujeres estaban solas, aburridas, porque los bonitones presentes parecían ignorarlas.

"Hi", le dijo a una hermosa muchacha  que estaba sentada cerca de una fuente, y que era más o menos de mi tamaño, porque habían unas top models demasiado altas.

La chica me respondió e iniciamos una conversación muy amena. Su nombre era Jane oriunda de Texas, según me dijo.

Como vi que no estaba tomando nada me ofrecí para buscarle un trago....

Llegué al área de servicio de bar y le pedí un Martini. 

De repente veo una morenita que se me quedó mirando mientras  me servían el trago.

-Y usted no es Joseph Cáceres?- me pregunta.

-Si, el mismo- le respondo.

-Vaya, pues usted se tira lejos...primer dominicano que veo en esta casa.

De inmediato me dijo que era de San Juan de la Maguana; que tenía cuatro hijos; que ella trabajaba para enviar dinero a su familia; que la vida en Los Angeles era muy dura y que casi no hay dominicanos como en Nueva York; que se gana dinero , pero que se le iba en comida y en renta; que los taxes la tienen loca; que trabajaba en la mansión, pero que esas conejitas eran una fuñenda con todos los caprichos y antojos; que tenían unos perros muy ñoños y mal acostumbrados; que ella había comprado una remúa para los muchachos y que no encontraba con quien mandarla, que si yo le podía hacer el favor; que también iba a aprovechar para mandar un dinerito y así no tenía que pagar por el envío de la remesa; que le compró unos tenis a Samuelito y que no sabía si le servirían porque los muchachos crecen muy rápido.

En fin me dió una tanda que tuve que escuchar por decencia. 

Cuando intenté irme para llevar el trago  a Jane me acorraló y volvió a ametrallarme con otra tanda insufrible.

Que siempre me veía en televisión; que cuando hacía Los Telépatas con Ramón Asencio ella gozaba muchísimo; que en los Angeles se aburría con la televisión de allá; que deberían hacer un programa  allí como  el de Freddy. 

Que nada mejor como un arroz con guandules guisados

pero cocinados con sazón criollo, y no esos sazones en polvo que allí vendían... que me iba a invitar a una comida dominicana para "salvarme" de esos disparates que comen los americanos, que por allá no aparece el cebollín...que cuando pudiera iba a mandar a buscar a San Juan unas hojas de tuatúa y rompesaraguey para hacer ''teses", porque  haciendo oficio en la mansión había cogido un viento...

Estaba a punto de explotat

 y decirle como en El Chavo !cállate, cállate que me desesperas!.

Pero mi concepto de educación me lo impidió.

Exhausto...le pedí permiso, y cuando todavía ella me atajaba para seguir hablando, me impuse y fui a buscar el lugar donde había dejado a Jane.

Cuando llegué no estaba....La busqué por todas partes y no la vi.

Se había marchado...

Me sentí desilucionado...caramba, tan agradable que era la conejita.

La compatriota de San Juan me había jodido la noche.

En eso veo que la sanjuanera había descubierto mi paradero, y venía bordeando el área para acercarse al lugar donde estaba, porque como trabajadora de servicio no podía cruzar por el medio de la gente como los camareros.

''Bueno, no es verdad que  voy a coger nueva vez esa pela de la compatriota...huyamos por el centro'', me dije, y me refugié en el lugar donde estaba Erika.

Desde allí, cuando miraba a lo lejos donde estaba la sanjuanera que me había ''sacado'' esa noche, la  veía haciéndome señas con el índice, llamándome para darme una tercera tanda..

Y es fácil?

FOTOS:

1.- Conejitas

2.- Papá conejo con sus conejitas

3.- Conejita

4.- Conejita