FARANDULIZAR

Por Johnny Arrendel

Celebro la apertura que manifiesta Joseph Cáceres para dar cabida a expresiones ajenas en este espacio. Su trayectoria y prestigio permiten de entrada una exposición segura ante un universo inmenso de lectores.

Asimismo, saludo que el responsable de esta página fije posiciones encontradas frente a otros opinantes, en vista de que el choque de las ideas es la raíz del desarrollo.

Debo emplearme a fondo para precisar mi posición en torno a esta polémica, si podemos llamarle así, y es que básicamente concuerdo con lo que plantea Cáceres.

Me explico, comparto plenamente que los artistas se vinculen a las causas y luchas sociales. De hecho su misma condición les hace más sensibles.

Pero lo que referí es que "No conviene farandulizar algunas denuncias", es decir, se trata del contexto, no de los actores involucrados en un conflicto dado.

Cité el caso de Vidal Cedeño, una figura del arte por su condición de principal promotor dominicano de espectáculos en Nueva York, quien emitió una denuncia grave en torno a los abusos de una línea aérea contra una anciana e impedida física.

Sostengo que si Cedeño, en lugar del programa radial de Jochy Santos, hubiese lanzado su queja por un medio que habitualmente trate los llamados temas "serios" es casi seguro que habría movilizado a los responsables de resolver la problemática.

Queda claro que lo que abordé en ese caso particular es relativo al canal para exponer un reclamo, no a que el denunciante pertenezca al medio artístico.

Pero hay ocasiones en que sí afecta negativamente el hecho de que sean figuras de la farándula quienes levanten la bandera de lucha por alguna reivindicación.

Fue el caso que recordé de cuando Karina Pimentel al frente de Radio Mil y Millenium, junto a los periodistas y empleados de ambas emisoras, encabezó jornadas para impedir que el gobierno de Hipólito Mejía se apoderara de esos medios.

El mismo elenco del Gobierno de la Mañana que sacó al aire en varias ocasiones a la joven Pimentel, quien desde Radio Mil acosada y prácticamente sitiada transmitía a través de un celular, tomó a chercha semanas después a los "talentos" de Millenium: Héctor Pérez Reyes, Miralba Ruiz y Dafne Guzmán.

Para que una figura del arte convoque a todos los niveles la atención pública, tendría que emprender acciones que se salgan de lo común, que vayan más allá de lo convencional que resulta, digamos, una simple caminata por la calle El Conde.

Si los mismos empresarios y ejecutivos de medios de comunicación, así como exponentes eminentes del periodismo nacional, que se reunieron en estos días en El Mesón de la Cava a respaldar a Nuria Piera y Huchi Lora hubiesen estado al frente en el Conde, la trascendencia de la marcha fuese histórica.

A esa opípara cena no invitaron a Vianco Martínez ni al corresponsal Manuel Antonio Vega, comunicadores también acosados, pero sí emularon a Nuria y a Huchi, quienes, por casualidad, son igualmente empresarios y ejecutivos de medios.

El banquete en respaldo selectivo a Nuria y Huchi encontró un mayor despliegue en las paginas sociales de los propios medios que lo auspiciaron que en sus portadas.

Reitero, sólo mediante iniciativas fuera de lo común una figura del vodevil estremece la conciencia nacional, por eso la ocupación del templo de San Antón por Johnny Ventura, el pajón de Sergio Vargas en pro de las calles de Villa Altagracia y las descargas de Freddy Beras Goico, se han convertido en puntos de referencia de la historia reciente.

Beras Goico, durante un largo periodo figura hegemónica de la televisión dominicana, cuando fijaba posiciones sobre flagelos sociales tenía que apelar a lagrimas, gritos y malas palabras como recursos para que el público percibiera que hablaba en serio.

Y es que en su faceta más elemental, Freddy es un humorista.

Finalmente, para subrayar que en lo fundamental coincido con Cáceres, hay incontables ejemplos estremecedores del vínculo indisoluble entre artistas y pueblos, como los martirologios de Pablo Neruda y Víctor Jara durante el nefasto golpe de Estado en Chile, y del inmenso Federico García Lorca en la Guerra Civil Española.

EN OTRO ORDEN

Me halaga la atenta invitación de Magdara para la actividad "Caminantes Por la Vida", diré que aunque no tengo prejuicios de ningún tipo con relación a la empresa auspiciadora ni a sus productos, en mi fuero interno reniego de estar allí.

Es que me quedó un sabor amargo tras la tragedia acontecida en la anterior versión, ya que los videos dan muestra de la colocación excesiva de publicidad objetiva a lo largo de la ruta.

Reconozco que la empresa se excusó debidamente ante los familiares del menor victima de la caída de una torre publicitaria y frente a la sociedad consternada, y que como es natural, los organizadores nunca harían algo de manera consciente que exponga los participantes al peligro.

Pero de forma muy mía (no llamo a nadie a que me imite), reniego de unirme a la caminata, aunque apoyo su causa de todo corazón y es posible que acuda a próximas versiones.

Muchos dirán que soy rosca izquierda, y que expreso una contradicción. No es así, pasa que soy muy sensible ante los asuntos que atañen a los infantes.

Ahora, si se ofrecen garantías al público de que durante la actividad los auspiciadores solo exhibirán publicidad institucional, y que la ruta estará libre de carteles comerciales, es posible que lo piense.

FOTOS:

1.- Freddy Beras

2.- Jochy Santos

3.- Nuria y Huchy