DE MIS MEMORIAS

Una de las vivencias que más valoro en mi baúl de recuerdos y anoranzas fue la época en que conocí a la cantante puertorriqueña Gloryvee, en su época juvenil.
Tan hermosa, delicada, sexi, tan linda...
Descubrí en ella todo el candor y el encanto de una mujer tierna, cariñosa con la cual compartí momentos inolvidables, de esos que dejan huellas imborrables.
Gloryvee era una de esas mujeres que cuando la conoces, no quiere separarte de ella.
Por eso cuando venía al país o yo iba al de ella, era inevitable el que estuviéramos juntos todo el tiempo.
Tenía una gran sensibilidad social, y por ello en una ocasión me hizo que la llevara al barrio de Guachupita para hacer una sesión fotográfica.
Ella, vestida con un traje blanco de novia, sentada en el suelo, rodeada de ninos negros encueros, ante la mirada curiosa de la gente de la vecindad.
Recuerdo que con esas fotos le hice un despliegue en la sección de espectáculos de la Revista Ahora!
Cuando venía a presentarse en la boite del hotel San Geronimo me tenía siempre sentado en primera fila, a poca distancia de Cheheo Rivera, el hijo de Casandra Damirón, hoy presidente de Publicitaria Staff, pero en esa época relacionista público de Ron Barceló.
Checheo andaba de enamorado detras de Gloryvee, sin darse cuenta de que había llegado tarde.
Sin embargo, no dejaba de ser curiosa, e interesante aquella rivalidad que alimentaba los chismes de los corrillos faranduleros, como se puede apreciar en la publicación que hizo el periodista Hugo Antonio Ysalguez, en la revista Eva, de Publicaciones Ahora! el 13 de diciembre del 1975, dando cuenta del romance de la cantante boricua con un periodista dominicano del área del espectáculo.
Hoy que ya ella no está, la recuerdo con cariño y a nadie le pido que me acompañe en mi sentimiento.
No hacen falta las condolencias...