LA OPINION DE ARRENDEL

Por Johnny Arrendel

Si la institución que agrupa a los periodistas de arte es capaz de admitir aspiraciones a presidirla de un combero como Robert Sánchez, entonces tendrá que revisarse.

Creo que ha llegado el momento de establecer de manera rigurosa cuales son las condiciones mínimas para ser considerado cronista de arte de frente al conglomerado nacional.

Uno se pregunta en torno a la viabilidad de cualquier sujeto que de buenas a primera surge como promotor de un mambero pretenda dirigir la única sociedad de comunicadores especializados en las artes musicales, escénicas y en la comunicación.

Pocas veces he contactado las intervenciones de este señor, pero que recuerde solo se limita a recopilar chismes de farándula, con la particularidad de que no se enmarca en una producción novedosa, como la de Los Dueños del Circo.

Confunde al público, que no sabe si habla en su rol de promotor o de informador, y en esa dualidad lo mismo atropella a figuras establecidas de la música popular o a veteranos periodistas miembros de Acroarte, a quienes por igual atribuye estar "desfasados".

Sin embargo, nunca se ha visto a este caballero fijar una valoración útil en torno a una manifestación artística cualquiera, para lo que luce carecer de criterio.