CON LICENCIA PARA TOCAR A LAS MUJERES

Los entrenadores de los gimnasios se han convertido en un verdadero problema que amenazan la tranquilidad y la permanencia de algunos matrimonios de gente importante en el país.
Se dá el caso de que contratan como entrenadores a fisiculturistas y atletas de cuerpos fornidos que son los que se dedican a conducir y a orientar las rutinas de ejercicios de bellas damas de sociedad que son clientes de esos establecimientos.
Hay entrenadores que terminan seduciendo a las mujeres, aunque en honor a la verdad son ellos a veces los seducidos.
El entrenador, atento a que es su trabajo, tienen licencia para tocar y manipular el cuerpo de las mujeres, al momento de enseñarle los movimientos aeróbicos o el uso de las máquinas de ejercicios.
Poseen por lo general una musculatura que atrae a las damas, algunas de las cuales no se resisten a sus ''encantos"' y por ello son comunes los desvaneos, flyrteos, que terminan en una relación extramatrimonial con los mismos.
Mientras el marido"viejetete" está trabajando en su empresa de lo más confiado, la esposa se entretiene con el entrenador del gimnasio donde ella echa media mañana o toda la tarde ejercitando su cuerpo.
Hay tipos de estos que las mujeres se los disputan, como también hay algunos que logran un trato tan ventajoso que hastas los mantienen.
Ello constituye el medio y la vía ideal para el desahogo encubierto, bajo el convencionalismo de que ''están haciendo su trabajo''.
El entrenador se convierte así en un elemento tan peligroso y perturbador como el tener un primo de la esposa en la casa.
El diablo es el diablo, y siempre vive ''tentando'', como buen entrenador que es.
No es casual que figuras femeninas del medio de repente hayan entrado en romance con entrenadores del gimnasio.
Porque como ya hemos dicho, son una especie de agentes 007 que tienen licencia para tocar a las mujeres.