LAS NECEDADES DE LUIS MIGUEL

Todavía la gente se sigue sorprendiendo de las excentricidades de Luis Miguel.
En Argentina la prensa lo acusa de "paranoíco'' por su comportamiento esquivo hacia la fanaticada, por la aparatosidad de sus equipos de seguridad y hasta el empleo de varios dobles para confundir a la gente.
Como ya hemos dicho es misterioso hasta viajando en horarios que le permiten esquivar a la fanaticada.
Que como buen buho le encanta viajar de madrugada, para lo cual usa su propio avión privado.
Lo suyo es de noche, como si gustara de los ambientes fantasmagóricos de los vampiros.
Claro está que esa ''mutación'' la ha tomado de un tiempo a la fecha, porque anteriormente no era así.
Recuerdo que en una ocasión en que vino al país a presentarse en el Salón La Fiesta del hotel Jaragua no titubeó en "darle para abajo"' a unas chicas muy bonitas, pero muy ''chiviricas'' que vinieron a "ver'' su show desde la ciudad de Santiago.
Eran dos y las recibió en su suite una a una...
Lo supe, no porque estuviera al acecho, sino porque uno de los empleados del hotel que estaba al servicio de la suite que ocupaba el artista me pasó el dato.
No era el Luis Miguel de ahora, esquivo, huidizo, misterioso y a veces necio...Era un Luismi que no vacilaba en ''darle cariño'' a sus admiradoras.
Hasta en sus conciertos ha adoptado la modalidad de no salir a cantar más cuando dá su actuación por terminada. No le importa que la gente se quede pidiendo otra.
No ofrece un "bis'' como dice la prensa argentina, lo cual hizo también aquí...
Y es que con el tiempo se ha tornado insoportable.
Sólo hay que ver que se le atribuye haber prohibido a su personal en una ocasión que lo mirara a la cara.
Dizque había que hablarle mirando para otro lado, lo cual no creía hasta que me lo confirmaron.
Es la paranoia de que habla la prensa argentina...
Claro, porque se trata de El Sol de México y los podía ''quemar''.
Porque quizas después de todo los estaba cuidando de "cuando caliente el sol, aquí en la playa..."'
Si no que le pregunten al chofer que le manejaba en la ocasión en que vino a cantar al estadio Quisqueya cuando lo llevó a tomar el helicoptero en que retornaría a Casa de Campo en La Romana.
El artista pretendía que el vehículo se colocara puerta con puerta con la del helicoptero para el salir y entrar a la nave sin ser visto por nadie.
El conductor tuvo que decirle que no podía hacer esa maniobra con la helice del helicoptero encendido girando a todo dar, pues se corría el riesgo de un accidente.
Y el necio de Luismi insistiendo.
"Yo hubiera querido hacer lo que él quería a ver si la helice le volaba la cabeza"', comentó luego el chofer, indignado por el boche que el cantante le dio cuando insistía para que colocara el vehículo pegado a la aeronave.