MIS CONDOLENCIAS A DOMINGO

A las 4:00 de la tarde de este jueves, en el momento en que terminábamos nuestro comentario editorial en el programa Noti-Espectáculos, recibimos una llamada de la oficina de Domingo Bautista que está ubicada en el mismo edificio de la televisora Color Visión por donde transmite su programa La Super Tarde.
Nos comunicaban que en ese preciso momento había fallecido, víctima de un infarto, la señora Providencia Bautista, la madre del amigo Domingo Bautista.
Ni siquiera Domingo estaba enterado del lamentable suceso, y nos dijeron que cuanto posteriormente recibió la noticia fue necesario dispensarle atención médica debido a la conmoción que le produjo la pérdida de su progenitora.
Una señora muy sociable y orgullosa de su hijo.
Y acontece después de un día atrás de haber acompañado a José Antonio Aybar en una situación similar de también haber perdido a su madre.
De manera repentina Dios también llama a su seno a doña Providencia, a la cual conocíamos desde la época en que Domingo empezaba en el medio, que llegamos a compartir en su casa las actividades que se hacían en los años setenta.
Porque si hay una persona en el medio con la cual he tenido una amplia coincidencia es Domingo Bautista.
Desde los años en que ambos éramos empleados públicos en la Dirección General de Impuestos Sobre la Renta en la segunda mitad de los años sesenta.
Domingo era mensajero interno, y yo secretario de la Oficina de Investigación del Contribuyente que dirigía Andres Aybar en la época en que Julio de la Rocha Báez era el director general.
Posteriormente me designaron como encargado de la revista Difusión Tributaria, órgano de difusión de la institución, que fue mi primer trabajo en el periodismo impreso, contrario a lo que muchos creen que siempre he estado en la farándula.
Domingo es pues de la gente sentida en sus momentos de alegría y de tristeza.
Como ya he dicho le conozco desde antes de emerger en el medio artístico
Conozco bien de su sensibilidad , de lo mucho que ha querido a doña Provi, y por ello comparto tan profundamente su tristeza en estos momentos de pena en que se ve enfrentado a la triste realidad de ver partir a su madre.