domingo, 8 de marzo de 2009

EL SALSERO DOMINGO QUIÑONES Y SU LUCHA CONTRA LA DROGA


Domingo Quiñones se describe como transparente. Él dice que cuando se ha dejado enredar por la telaraña de las drogas, no ha tenido reparos en comunicarlo. Pero, cuando se ha sentido libre, en control, igualmente lo comenta sin miedo a que los demás duden de su palabra.

Esa claridad que le permite proyectarse honesto con su público se evidencia en sus proyectos, el más reciente es su disco Conquistador de corazones y el otro en agenda consiste en el libro Mi otro yo.

“Estoy bien. Estuve diez años muy bien y hace cinco años admití que tuve una recaída. Lo de hace poco fue un show más que nada”, comentó el cantante en referencia a su detención en septiembre de 2008 en el barrio Sabana Abajo de Carolina. Por este incidente confuso no se le radicaron cargos. En ese momento, el salsero mencionó que se trataba de un acto de “persecución” y que no había sucumbido a las drogas.

“Siempre busco ayuda, y no hablo de que tome algo, sino que veo a mi psicólogo y estoy con el equipo de la iglesia. Además, he adquirido unas herramientas y no puedo darme ciertos lujos que otras personas se dan. Por ejemplo, aunque quiera saludar a alguien que está en un sitio que no me corresponde estar, prefiero irme. Es que me estoy vigilando más que nunca, además de que mi núcleo inmediato, o sea mi hogar, conoce sobre la enfermedad de la adicción y me apoya”, expresó “El Más que Canta”.

“Todos tenemos un día malo, porque esto es para siempre, y me han llegado esos días, pero no he tenido que recurrir a anestesiar ese sentimiento con ningún tipo de droga, o sea, que me siento bastante libre de todo eso”, añadió el salsero, al señalar que su fortalecimiento espiritual ha sido esencial para su recuperación.

Domingo Quiñones señaló que este lado humano quedará plasmado en el libro Mi otro yo, que aún está escribiendo. Adelantó que es una “novela testimonial” que le permitirá acercarse a su público y ofrecer herramientas a quienes han pasado por situaciones similares. “No lo hago ni para que cojan pena ni para justificarme, sino para que me conozcan un poco más”, puntualizó.
(P.H.)

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