EL TURISMO DE CHUSMA

                                                                                          Por Cholo Brenes

Y los turistas, ¿dónde están? ¡En la cabeza de Miolán! Este hombre fue el creador inicial de la semana del merengue, más tarde lo siguió el difunto Peter Morales Troncoso, pero sobre todo dirigido a la isla de Puerto Rico. 

Estas ideas serían tomadas tiempo después por el hiperactivo, Rafael Suberví Bonilla, y luego consiguió la motivación y energía de una Milagros Ortiz Bosch, el difunto José Francisco Peña Gómez y de un conocedor profundo de nuestra cultura en sentido general, pero sobre todo en materia de carnaval: Dagoberto Tejada. 

El malecón fue el lugar principal en donde se desarrollaron los festivales del merengue, carnavales y las navidades. Puerto Rico primero y luego Curazao, Panamá, Miami, Venezuela. 

En principio los turistas que venían en la época de Angel Miolán, tenían  que ser hospedados en casas de familias o en pensiones, ya que no había habitaciones disponibles en los hoteles.

A principio de los 80 se creó la Secretaría de Turismo, tenía mucho más presupuesto, que los directores de Turismo anteriores. Rafael Suberví Bonilla consiguió colaboración empresarial en esta rama. El parque Eugenio María de Hostos era una de estos lugares, se extendió luego hasta la Avenida del Puerto y frente al Hotel Jaragua y el Hotel Sheraton. 

Los mejores exponentes del merengue en ese momento: Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, los Hijos del Rey, se presentaban en las mismas. 

Las emisoras de radio daban un apoyo incondicional a todas estas iniciativas, con o sin pagos, motivación real de nuestros directores o programadores y esto no sólo ocurría en el malecón, entraban a los grandes hoteles. Nuestro aeropuerto era una fiesta desde la llegada, hasta la despedida, con música nuestra “sólo se tocaba merengue”. Las discotecas eran un lleno rotundo, recordemos la discoteca del Sheraton que era una de las más conocidas, Waldo, con sus dos pisos, el hotel Jaragua, el hotel Embajador, el Napolitano, Yemallá, el Típico Quisqueyano, El Caribeño, entre otras, eran invadidas por jóvenes dominicanos y extranjeros (se creaban parejas dominico-boricuas que usted podía encontrar donde quiera). 

ASONAHORES  tenía y todavía mantiene un concepto exclusivista en cuanto al turismo; no había que integrar a la chusma en este tipo de actividades. Cuan equivocadas estaban y están. 

El turismo nuestro, en su mayoría, viene a escuchar y bailar nuestra música, donde hoy en día, la bachata juega un papel fundamental y a oler el sudor de nuestros mulatos y negros. ¡Los Sanky Panky! han aprovechado este descuido que Turismo no ha sabido dirigir. 

Son honrados en países como España, Italia, Puerto Rico y Estados Unidos. Es increíble que nuestra música no se escuche en ningún resort, en donde sólo se escucha el rap y el reguetón, que nada tienen que ver con nuestra cultura. Permitiendo un efectivo negocio a nuestros narcor-júnior.

Los cuatros personajes antes mencionados se la jugaron al integrar: la chusma en nuestros carnavales, festivales y navidades. Bajaron de los barrios, vinieron de los pueblos y los campos y bailaron en todas las calles, en todos los barrios, en todos los pueblos y en todos los campos. Nacieron muchos niños con doble nacionalidad.

El malecón se daba a conocer como una gran discoteca. Sólo se escuchaba la música anglosajona del momento. La primera labor era colocar nuestra música en el amplio escenario del mar Caribe (82-86), poco a poco nuestro ritmo se adueñó de esta gran discoteca. La televisión comenzaba a trasmitir estos eventos, el canal 13, colaboró en este tipo de retrasmisión, firmas licoreras como Presidente, Brugal, Barceló, Siboney y Bermúdez, dieron un gran apoyo.

Nunca se hizo para el pueblo sino con el pueblo, ¡con la chusma! Hoy en día vemos cosas que se hacen para el pueblo-circo y se percibe la lejanía del mismo.

 Luego siguieron los carnavales en donde turismo buscó a Luis Días a través de Dagoberto Tejada, para componer el tema carnavalesco de ese año (84), primero lo grabó Sonia y no cuajó, pero con Fernando en el (85) se convierte en un himno en nuestros carnavales “Baile en la Calle”.

Con presencia cubana –Miami–, Canadá, Curazao, Aruba, Puerto Rico, Haití con su impresionante amplificación. Pasaban dos y tres meses promocionando el carnaval y el festival, en ambas una presencia importante de turistas, pero a la vez un turismo interno. 

Del interior venían y de la Capital iban a sus fiestas patronales. Algo que deberíamos imitar son las patronales de Puerto Rico, 7 días presentando artistas (tres por noche), comida y artesanía de cada pueblo en que se celebra.

Esto genera un concepto de ORGULLO, que sin tener nación o bandera sienten más que los que la tenemos. Recordemos que desde mediados del 70 al 90  nuestras orquestas tocaban tanto en Puerto Rico como en dominicana.

Guaguas que tenían por slogan “esta guagua no va a Miami, pero sí al carnaval”, como una forma de resaltar primero tu país.

Había tres momentos: febrero (carnaval); julio (Festival del merengue); y diciembre; (las navidades). Este último también fue una exposición de nuestra música y el arte, de lo que hoy en día son grandes pintores dominicanos, festivales de comida fortalecidos por el difunto Romero y por Mike Mercedes, se fortalecieron los carnavales de La Vega, Santiago, los cachuas de Cabral, Barahona.

Un hombre visionario, atrevidas para ese entonces. Ha pasado mucha agua por debajo del puente, prácticamente tiene un hilo de agua, nos preguntamos ¿dónde están los encargados de nuestra cultura y nuestra música, para que tome vuelo y pueda llegar lejos? ¿Dónde está nuestro cuerpo diplomático? Que debiendo de ser portavoz de lo nuestro, cada día son más políticos comprados y periodistas, donde pasan, lo único que van dejando es un rastro bien definido de podredumbre y manchas del tamaño del canal que lleva su mismo nombr