Al doctor Eduardo Ibarra, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, la noticia de la muerte de Michael Jackson le llamó la atención como a cualquier ciudadano que esté conectado a la cultura popular.
Sin embargo, el que el deceso del cantante se vincule con los médicos que le atendían le ha despertado una fascinación por el tema, porque conoce los efectos y las implicaciones de los medicamentos a los que se alega que el Rey del Pop tenía acceso de manera desmedida.
Ibarra es anestesiólogo, por lo que sabe de primera mano cómo funciona el diprivan o propofol, utilizado para inducir anestesia en las salas de operación. La investigación sobre la muerte de Jackson señala que a éste se le administraba diprivan en la mansión donde murió.
“El diprivan es un medicamento muy potente que no puede ser suministrado ni siquiera por un médico, sino por un anestesiólogo. El mismo elimina los reflejos, incluyendo el respiratorio. Si el diprivan se suministra aun en dosis minúsculas, como se hace en procedimientos sencillos como la remoción de una verruga, tiene que estar presente un anestesiólogo con equipo para controlar la vía respiratoria, porque una dosis mínima crea un efecto de sedación, pero un mínimo exceso puede detener el reflejo respiratorio y de ahí puede desembocar en un paro cardiaco en cuatro minutos y la muerte en otros tres minutos”, explicó Ibarra vía telefónica desde Washington.
“El diprivan se metaboliza rápidamente, por lo que si una persona pierde su reflejo respiratorio por el mismo, si es atendida de inmediato, en 15 minutos está estabilizada. En el caso de Michael Jackson, si lo que ocurrió al morir fue que recibió esta anestesia, de haber recibido ayuda inmediata estaría vivo”.
Sin embargo, Ibarra explicó que el propofol, por sus efectos legalmente no puede ser administrado fuera de un hospital. Esto significa que el médico que lo haga así incurre en conducta criminal, que incluye tanto robo como uso inapropiado de un medicamento y se arriesga, por lo menos, a perder su licencia para ejercer la medicina. De igual modo, el hospital del cual se extraiga el propofol sería investigado por no haber cuidado su protocolo de seguridad.
“En Puerto Rico no se han dado casos con propofol, pero ha habido médicos que han sacado del hospital la morfina fentanyl que también se utiliza como anestesia para su uso personal, por lo que han perdido sus licencias”. (De Primera Hora)
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