Joseph Cáceres

Me escriben y preguntan la razón por la cual programas como  El Show del Mediodía, Sabado de 

Corporán y Sábado Chiquito de Corporán son dejados fuera de las nominaciones de los premios 

Casandra, y en cambio se incluyen algunos que están muy lejos de los niveles de producción que estos poseen.

En realidad se debe a una especie de ''síndrome al envejecimeinto'', que hace a los miembros de Acroarte asumir una actitud excluyente y casi rayando en lo hostil hacia lo viejo y establecido.

Con las tantas nominaciones y premios que se han dado a esos programas llega un momento en que los cronistas dicen que se cansan de premiar siempre lo mismo.

El alegato es que no pueden estar nominando a programas que mantienen un esquema reiterativo en su línea de producción y que por lo general siempre dan más de lo mismo.

Lo paradógico es que si usted se fija en los artistas que cada uno de los meridianos presentan son los mismos cantantes y orquestas que van a todos los programas.

Todos ofrecen entrevistas, reportajes, tienen secciones de farándula, de deportes, de comentarios. Pero, al único que le cargan el ‘’dado’’ es al Show del Mediodía, como si fuera el ‘’patito feo’’ de la pantalla chica, un programa que por demás se debe respetar por los grandes aportes que ha hecho al arte popular a través de varias generaciones.

A CORPORAN LO DISCRIMINABAN

IGUAL QUE A LA BACHATA Y AL MERENGUE DE CALLE

En el caso de Sábado de Corporán y Rafael Corporán se le comenzó a premiar en una directiva nuestra,  pues había gente en Acroarte que no quería saber de él ‘’ni en pintura’’.

Se  oponían  a que siquiera lo nominaran pues decían que no era digno de que se le tomara en cuenta en unos premios tan importantes.

Había un prejuicio muy acentuado contra él y su programa, porque se alegaba que no sabía hablar y en una época de una televisión hasta cierto punto elitista  había una actitud excluyente a la esencia popular que representaba.

Con Rafael Corporán sucedía lo mismo que con la bachata y el merengue de calle, que no le querían dar entrada en el Casandra.

Pese a que se identificaba como El Campeón de la Televisión, y decía que el sábado era de Corporán, en el Casandra se le ignoraba.

Hasta acuñaron una palabra despectiva en su contra. No le decían Corporán, sino ‘’Choporán’’, por aquello de que era muy ‘’chopo’’.

Aunque suene duro decirlo, es la verdad histórica, y me me tocó romper con esas barreras discriminatorias, que no le daban paso a Corporán porque era un hombre del pueblo.

 Mi criterio era que había que tomarlo en cuenta, porque en ese entonces  era un fenómeno de popularidad  que no se debía ignorar.

El  primer Casandra como presidente de Acroarte  obtuvo Corporán sus primeros premios, y así se mantuvo en todos los años siguientes.

Es decir, que a partir de mi llegada a la presidencia se echó hacia atrás la discriminación contra Rafael Corporán y contra la bachata, porque fue en nuestra directiva cuando se comenzó a premiar el género, obteniendo el galardón Antony Santos.

La vida da muchas vueltas...

Porque después de ese ciclo,  a Corporán lo han vuelto a excluir de la premiación, pues ni siquiera nominan sus programas.

Probablemente el mismo Corporán tenga culpa de ello, pues ha debido renovarse a tiempo, como también está el detalle de que  las muchas repeticiones grabadas le han hecho daño a su programa.

No hay que olvidar que a veces los ciclos se agotan...

Son los mismos que agotaron al Gordo de la Semana, y que también agotan a 9X9 Roberto.