EL DE RUBEN BLADES Y WILLY COLÓN

El pleito de nunca acabar

El músico puertorriqueño Willie Colón señaló que el artista panameño Rubén Blades "quiere juicio con jurado para hacer un teatro, darse el gusto de no pagar y ganar el caso", que los mantiene a ambos en una disputa judicial por un dinero (cerca de 150 mil dólares) que adeudaría el cantante centroamericano al boricua.

"Yo estaba dispuesto hacer un arreglo pero Rubén quiere que me quede sin recibir la gran parte de lo que me corresponde. Yo acepté que se celebre sin jurado, pero Rubén insiste hacerlo con jurado para poder hacer un teatro y darse el gusto de no pagar y también ganar el caso. Yo pienso que esta vez está equivocado y hubiera sido mejor hacer un arreglo justo conmigo", aseguró Colón.

Sobre la disputa que mantiene con el panameño hace ya años, dijo que "Rubén me llamó para un concierto en Puerto Rico. Después de establecer el negocio con el empresario le delegó la ejecución del contrato y el cobro a sus agentes Martínez y Morgalo, quienes se dirigieron a mí".

"Ellos desaparecen con el dinero. Rubén llama y me dice 'nos robaron' y yo le digo 'no, te robaron'. Le digo que no voy a presentarme si no aparece mi dinero. Yo me había sacrificado dejando de tocar para darle más expectativa al concierto. Ahí Rubén me dice ante testigos: 'Yo sé que soy el responsable, no te preocupes por el dinero'", relató el artista puertorriqueño al portal formspring.me.

Colón cuenta que "de repente le da amnesia a Rubén y no se recuerda haber comprometido pero promete darme un desglose de cuanto recibieron y cuanto se gastó". Luego, el músico recordó que Blades regresó a Panamá para asumir con ministro de Turismo de ese país.

"Por tres años no puedo comunicarme con el ministro ni por fax, e-mail o mandando recados con amigos comunes. Totalmente incomunicado conmigo. Toqué en Panamá y me recibió el alcalde de la ciudad de Panamá, quien me hizo visitante distinguido, pero apareció el ministro", agregó.

"Almorcé con el presidente Martin Torrijos y la Primera Dama y tampoco vino el ministro. Y en el concierto en el salón Figali llegó el presidente, la Primera Dama, el gabinete, pero tampoco pudo venir el ministro ¿Será que tenía asuntos de turismos importantes a las doce de la noche?", afirmó con ironía.

También rememoró que en una ocasión "por casualidad me hospedaba en el hotel a cruzar de la oficina de 'el ministro' y el entró a la recepción por alguna razón con muletas. Mis músicos se acercaron y le dijeron que yo quería hablar con él. Me llamaron a mi habitación y mientras yo bajaba el ministro salió corriendo con todo y muletas".(Primera Hora)