Pero el cliché lo han adoptado también los sindicalistas, periodistas, productores de programas, funcionarios del gobierno. legisladores y senadores.
Que la convención sea “transparente”; que el presupuesto sea transparente”; que el proceso sea “transparente”, que los juicios sean “transparentes”, que la discusión sea “transparente”, y así sucesivamente.
Llegan tan lejos que le confieren atributo de verbo, pues se habla de “transparentar’ las cosas.
No se pide que algo sea claro, confiable, limpio, seguro, bien hecho, lo que se quiere es que sea “transparente”…
Se demanda tanta “transparencia” que tendremos que traer a Supermán con su vista de “rayos x” a ver si nos ayuda, pues nada de lo que aquí se hace los políticos lo encuentran “transparente”.
Le falto "esperanza" una palabra muy usada ahora.
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