domingo, 4 de abril de 2010
La Venganza es Dulce
Miguel Hernández, comentarista de arte de Bonao, se ha hecho proverbial con las historias y anécdotas que genera sobre su persona.
Una de ellas aconteció en el pasado mes de febrero durante los carnavales de Bonao que produce Luis Medrano.
Como se trata de una figura conocida en su pueblo creyó que no iba a tener problemas al accesar a la carpa de invitados especiales que se monta en el desfile del carnaval y que es auspiciada por cerveza Presidente.
Subió a la misma y cuando estaba más entretenido lo hicieron bajar porque no tenía el cintillo que a todos los invitados les colocan en la muñeca para identificarlos.
-!Yo soy Miguel Hernández, periodista de Bonao!. !Cómo me hacen eso!- protestó de manera airada, pero de todas manera lo sacaron de la tarima.
Tras la humillación, ya en el terreno del público, Miguel comenzó a hurdir un plan de venganza.
Consiguió que le dieran un ID para subir de nuevo, pero antes fue a un colmado cercano y compró una cerveza pequeña de Brahma Light y se la enganchó en la cintura, cubriéndola con la camisa para que no se le viera.
A seguidas fue a la tarima Presidente, entró sin ningún problema, porque ya lo habían acreditado, y cuando nadie se lo esperaba sacó de la cintura su cerveza Brahma y se la embiscó delante de todo el mundo para que lo vieran.
Ahí mismo se originó un reperpero de promotores y jefes de campaña de la zona de cervecería Presidente.
-!Un tipo bebiendo Brahma en una tarima de Presidente!. !Oh no!. !Eso no puede ser!- se escuchó decir
Y Miguel con su cerveza, levantándola y bebiendo de su botella muy orondo.
A Luis Medrano dizque por poco le da un infarto, cuando en el ''back stage'' le informaron lo que estaba haciendo Miguel. Un hombre tan celoso con el patrocinio de Presidente. Tan es así que iba a botar a Jari Ramírez de Noti-Espectáculo, porque en meses pasados se puso a darle ''coba'' a Brahma siendo Luis patrocinado en todo por Presidente.
Los promotores de Presidente tuvieron que rogarle a Miguel para que no les siguiera haciendo eso, pero no había forma de quitarle la Brahma
La cerveza se le acabó, pero seguía haciendo bulto con la botella vacía ''de maldad'' para que le vieran la marca.
Lo último que hicieron para convencerlo fue buscarle una caja de Presidente fría, para él solo, y así fue que al fin soltó la botella de Brahma.
Mientras se bebía sus Presidente, se le escuchó una risita socarrona y un murmullo mientras decía:
-Je je je...la venganza es dulce. Que sigan jodiendo conmigo. Yo soy Miguel Hernández, periodista de Bonao.
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