Joseph Cáceres

En el ambiente hay nuevos  especímenes…
Unos seres que en el afan de rejuvenecer  se han estirado tanto el pellejo que han mutado hacia otra fisonomía y no se parecen a ellos.

Hombres y mujeres a los cuales les han halado tanto los párpados, que parecen japoneses.
Otros con estiramientos  que no pueden casi cerrar la boca, y parece como si se estuvieran siempre sonriendo.

Hay un chiste muy recurrido de Nicolás Sarcozy el presidente francés, del cual se dice, se ha estirado tanto la cara con cirugías, que a veces la sonrisa se le friza, y se ve precisado a darse él mismo una bofetada para volver a la normalidad.

Ni que decir de la Duquesa de Alba?. Esa si es una magnífica representante de “‘los que siempre están sonriendo”.

Marco Antonio Muñiz es otro socio ‘’secreto”del club de los que se rien solos.  Y si enfocan bien a la cantante Cher se darán cuenta de que está hecha de arriba a abajo, lo cual como ya dijimos anteriormente, es parte de un estilo estético que se ha hecho usual, común y corriente.

En el ámbito local, los ojos de Milly están buscando los de una japonesa, como también Magda Florencio y Fanny Santana, quienes de reepente han adquirido rasgos asiáticos.
Hay hasta un chiste con Fanny Santana, que en una ocasión de viaje junto a un un grupo de periodistas en inmigración de Estados Unidos no la querían dejar entrar, porque su rostro no se parecía en nada a la foto que figuraba en la visa y en el pasaporte.

Pero también aquí se han hecho sus recortes Jacqueline Estévez, aunque le quedó mal. Tania Báez, Nikauly, Milagros Germán, Luz García, Colombia Alcántara, Ivonne Beras, Zoila Luna y practicamente todas las megadivas.

Algunos, como hemos dicho, exageran tanto que se parecen al personaje de El Guasón, de la película de Batman.

Un caso a tomar en cuenta es el de Mía Cepeda, a quien se le cayó la cara de tantas inyecciones de Botox, y tuvo que irse a Colombia a que le reconstruyeran el rostro por completo.

Es el club de los que siempre están sonriendo…Algunos están inscritos, y todavía no se rien solos, pero ya verán que con el tiempo dificilmente podrán dejar de por lo menos esbozar una sonrisa forzada.