Joseph Cáceres

FALTA DE PROTECCIÓN A LOS DERECHOS DEL PÚBLICO

Por Johnny Arrendel

En la apertura de un taller para periodistas sobre manejo de informaciones financieras, el superintendente de Bancos, Haivanjoe NG Cortiñas, tocó un tema nodal que atañe a todo el público que respalda la industria del espectáculo en el país.
 
Al abordar el interesante tema de la Protección y Orientación a los Derechos de los Usuarios del Sistema Financiero, renglón donde la institución que dirige experimenta notable avances, NG Cortiñas apuntó que esta es una tendencia que se da en diferentes áreas.
 
En tal sentido, citó  que así como en el orden comercial Proconsumidor se mantiene bien activo, igual acontece con los sectores Eléctrico y de Telecomunicaciones, donde la Superintendencia de Electricidad y el Indotel cuentan con dependencias para proteger a los clientes.
 
Es decir, que si un cliente presenta una queja al adquirir un producto en una tienda, o por igual, se muestra inconforme al contratar un servicio bancario, de electricidad, telefónico de data o de televisión por cable, tiene donde acudir para que prevalezcan sus derechos.
 
Sin embargo, quien paga para acudir a uno de los costosos shows que con frecuencia se presentan en el país se encontrará prácticamente indefenso si el montaje defraudara sus expectativas, ya sea en lo artístico u organizativo.
 
Para muestra, la observación del funcionario, quien subrayaba que por lo regular las boletas que se expenden para entrar a los espectáculos en territorio dominicano establecen cláusulas que sólo garantizan prerrogativas a favor de los empresarios.
 
Desde reservarse el derecho a acceder a los aforos, aunque se haya comprado el ticket previamente, hasta la liberación de las obligaciones de los empresarios en caso de suspensión del show, sea por causas imprevistas o por negligencia organizativas o de los artistas a presentarse.
 
Es decir, que bien haría el Instituto de Protección a los Derechos de Consumidor – Proconsumidor- que bien dirige la periodista Altagracia Paulino, u otras instancia estatal, en ocuparse de supervisar que quienes pagan su dinero para avalar grandes ganancias encuentren algún grado de  defensa.