LA ESTATUA DE SUPER FRANK
Escuchando la emisora Neón, de Luis García de Ferretería Americana, con su programación de merengue, salsa y bachata, se me ocurre recordar la ocasión en que esa emisora se llamaba Radio Wao, que operaba en el edificio Copello, dela calle El Conde, donde también estuvo Radio HIZ.
Frank Moya, El Super Frank fue designado director artístico de la misma, y en un gesto de apertura hacia el futuro, programó a Radio Wao incluyendo la bachata en su parrilla musical.
Recuerdo que lo quisieron crucificar porque era inconcebible que una emisora de música tropical incluyera en su programación un género plebe, de guardias, y gente baja, que solo tocaba Radio Guarachita, y que no estaba al nivel de las ''perfumadas'' clases sociales que eran el ''target''de la estación y de Luis García.
Una emisora como Radio Wao, cuyo nombre sugería juventud, pero que en la práctica era más de lo mismo, no podía ser contaminada con ''el grajo'' de la inmunda bachata, a la cual para ''suavizarla'' en la época habían bautizado como ''música de amargue'', procurando con ello aligerarle el ''tufillo'' a romo y arrabal.
Super Frank se había adelantado ala época y ello era imperdonable.
Muy poco duró el osado experimento,y al poco tiempo Super Frank se tuvo que ir con su música a otra parte.
Hoy en día todos tocan la bachata, y es el género de mayor venta y de éxito mundial en el ámbito latinoamericano, a partir de lo que está sucediendo con The Last de Aventura.
Neón, que era Radio Wao, se nutre de ella ''a toda máquina'', olvidando a su mentor del pasado.
Si fueran agradecidos le construyeran al Super Frank una estatua en su entrada, ante la cual Luis García debería detenerse, levantar su mano derecha y decir a viva voz: !Perdón Frank, me equivoqué"!
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NIURKA BAEZ,
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