Joseph Cáceres

Ya volvieron con la misma ”zoquetá” de anunciar que se prohibe la venta de bebidas alcohólicas en el día de las elecciones.

Le comenté el asunto a un chusco y lo que me respondió fue lo siguiente::

”Je, je, je…no me hagas reir que tengo el labio partido, y después no puedo beber, porque me pica el whisky.”

Sí, mi pana, porque quién ha dicho que esas prohibiciones de alcohol funcionan en un país de ron y cerveza?

No ombe no…Dejemos esas poses de los años setenta en que se se le inculcó al pueblo que las elecciones eran un proceso traumático, con cadenas de emisoras de radio controladas por la Junta Central Electoral y prohibiciones de todo género, con las cuales se creaban las condiciones para los fraudes que en cada elección daban como ganador al doctor Joaquín Balaguer.

La Junta Central Electoral es una entidad moderna, que ha hecho aportes significativos a la vida democrática dominicana, por lo que esos anuncios de prohibiciones de venta de bebidas alcohólicas deberían ser descontinuados.

Total, quién le va a impedir al dominicano que beba!

Que vayan a los barrios a pedirle  a la gente que no beba el día de las elecciones, para que vean lo que es peineta en pelo malo.
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Se olvidan de que lo primero que  e el dominicano cuando se anuncia un ciclón o llegan las elecciones  ”porsiaca” .

Sucede lo mismo que los alcoholímetros que Franklin Almeyda le ha asignado a la Policia, dizque para controlar la ingesta de alcohol de los conductores, que no es más que puro bulto.

Todo el mundo sabe que a los primeros que se les debe aplicar esos aparatos es a los mismos policias, que andan por ahí bebiendo en los colmadones.

Cuando los paran en las calles para ponerles el alcoholímetros que enseñan el carnet, quien se atreve a exigirle que se hagan la prueba?