Joseph Cáceres

DONDEQUIERA SE CUECEN HABAS...Y YERBA

El refrán de ‘’dondequiera se cuecen habas’’ es aplicable a todo.

Era una vez un cuartel de la policía  de una ‘’ciudad posible’’ donde se hacía una especie de ceremonia para quemar la droga decomisada a los narcotraficantes.

Se quemaban de decenas de toneladas de hojas de marihuana frente a una gran cantidad de oficiales que servían como testigos oculares del proceso, y uno que otro  fotógrafo y camarógrafo que tomaban imágenes de la acción.

Lo curioso es que  era la actividad que mayor cantidad de ‘’observadores’’ provocaba, de agentes que inclusive no habían sido llamados para estar presentes.
Tantos curiosos era algo raro...

Hasta que se dieron cuenta de qué era lo que ocurría.
Los ‘’obsedrvadores’’  de la quema de marihuana salián de allí con una ‘’nota’’, que solo Dios sabe...
Dizque el barrio entero también apoyaba la quema de la ‘’dañina’’ droga.
Paradógicamente, era el día en que los tigueres de la vecindad estaban más ‘’happy’’, ‘’tanquilos’’, ‘’cogiéndolo variado’’ y bien bacano, men.

Era un barrio y un cuartel ‘’feliz’’.