martes, 22 de junio de 2010


La maldición de Negroñengue

Uno no quisiera ser fatalista, pero los datos  estadísticos apuntan hacia un designio nefasto y fatídico en el que por lo visto muy pocos reparan, pero que son lo suficientemente claros para por lo menos poner a pensar al más despistado.

La verdad es una sola, y los hechos están ahí para demostrarla
Con 37 años de labor continua  en la crónica de arte son muchos los establecimientos de diversión que he visto abrir y cerrar.

Pero solo quiero detenerme en aquellos que con una actitud excluyente, en una época de auge y popularidad, les cogió con no dejar entrar a los negros.  Según sus dueños, no podían mezclarse con su distinguida clientela de gente perteneciente a una clase social elevada, donde predominaban los ‘’hijos de papi y mami’’. El tigueraje que afeaba las fiestas y que podía dañar la imagen del negocio estaba representada por la gente negra, a los cuales había que impedirle la entrada a como diera lugar, empleando toda suerte de excusas.

Sin embargo, los hechos demostraron que ‘’los hijitos de papi y mami’’, los mismos que echaban carrera en la Lincoln, eran más rebuseros y perversos que los negritos ‘’come coco’’  que se propusieron mantener a distancia. Paradógicamente, los negros adinerados gastan más en los lugares de diversión que los blanquitos, riquitos, y ya quisieran muchas discotecas contar con los morenos que van a Jet Set a beber Blue Label por montón. Que le pregunten a Antonio Espaillat si  con un par de mesas de morenos, entre ellos peloteros de grandes ligas, en una noche  de parra no resuelve bien.

Lo cierto es que todas las discotecas racistas han fracasado y reto a cualquierta a que demuestre lo contrario. Dónde está Bella Blue, Kiev, Friday, Praia, Loft?. En todos esos lugares hubo muertes violentas, con excepción de Kiev, donde no hubo, pero si una vergonzosa pelea de ‘’los hijos de papi y mami’’ que enfrentó a varias familias.
Rebotaban a los negros....y le cayó la maldición de Negroñengue

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NIURKA BAEZ,
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