viernes, 23 de julio de 2010


COMUNICACIÓN O ESTAR A LA MODA
Por Orlando Holguín
Llama la atención la cantidad de jovencitas entre 18 y 20 y tantos años que hoy día ingresan a las universidades a estudiar la carrera de Comunicación. Nos viene a la mente que en los años 1987-88, de cada diez estudiantes que se matriculaban, por lo menos seis se decidían por ingresar al área de Informática, mientras que los que escogían Administración de Empresas, Mercadotecnia, Contabilidad u otra carrera, estaban “atrás”, como dicen los jóvenes en su jerga. Era la fiebre de la informática, porque eran  muy pocos los que tenían acceso a una computadora. Pues bien, guardando un poco la distancia, esa fiebre se puede equiparar con la que hoy afecta a miles y miles de jóvenes, en su mayoría mujeres, que hoy día están estudiando la carrera de Comunicación.
Nos atrevemos a asegurar que muchos mozalbetes hoy estudian esta carrera por moda, otros quizás hasta por ignorancia. Lamentablemente, vivimos en un país lleno de empleos y empleadores informales. Sin ánimo de ofender, somos una media isla de chiriperos, de buscavidas, de jornaleros, donde incluso las carreras técnicas tienen muy poco que ofrecer, contrario a otras naciones, donde un técnico puede vivir de su profesión holgadamente. Por todo esto, consideramos que los bachilleres deben sopesar muy bien cual es la carrera que más les conviene estudiar, aceptando que una cosa es lo que nos guste y otra es la realidad del mercado laboral dominicano. No obstante, si un obstinado quiere estudiar ingeniería naval, aunque aquí no fabriquemos ni las yolas en que se van los desesperados hacia Puerto Rico, ya esos son otros quinientos, pues la terquedad es humana.
Muchos jóvenes (desde fuera) ven los medios de comunicación como algo muy bonito, algo de ensueño, pero la realidad es otra, pues los que estamos dentro sabemos que las cosas no son como las pintan. A manera de ejemplo, miremos el caso del periodismo. Para sobrevivir, muchos profesionales de este oficio deben engancharse a un partido político y lo más lejos que pueden llegar (si están “pegaos”) es a dirigir un departamento de relaciones públicas, que en muchas instituciones del estado es un adefesio.
Nuestra intención no es troncharles el sueño a los estudiantes de Comunicación, ni estamos alegando que la carrera no resulta interesante, pues no hay profesiones malas, pero, como dice la salsa de  Gran Combo de Puerto Rico, “No hay cama pa’ tanta gente”.
A estos bachilleres de la vida (y esto no es peyorativo) humildemente les aconsejamos que, si les gustan los medios de comunicación, se dispongan a hacer cursos de oratoria,  cursos de cómo hablar en público, de mercadotecnia, de locución, de etiqueta y protocolo. Repasen la historia universal, sin dejar de lado la nuestra. Traten de dominar un poco la gramática  y lean, lean todo lo que les caiga en las manos, que algo queda. Ah, y el Instituto de Dominicano de Periodismo (IDP) ofrece un buen curso de periodismo técnico. (La publicidad es gratis).
Por último, indaguen cuantas de las actuales presentadoras, conductoras y productoras exitosas de la televisión estudiaron la carrera de Comunicación. A ti, Jovencita, si te gusta la carrera, ¡adelante!, pero te lo decimos sin tapujos: no pienses que vas a salir a la calle con tu título de licenciada en Comunicación y habrá un montón de ofertas valiosas esperándote con los brazos abiertos para ofrecerte un trabajo digno en el acto. ¡Sueña, pero despierta! Ahora bien, sí puede haber una que otra oferta muy “especial”: la un “jefecito”, de los tantos “aprovechaos” que abundan en esta selva (así como los hay muy serios). Éste te ofrecerá dizque “ayudarte” a echar hacia adelante, pero debes saber a cambio de qué es la tanta amabilidad mostrada. El lobo te dirá: “Te voy a proyectar”. Él babeará al ver a la caperucita llena de ingenuidad, ingenuidad que si está acompañada de buenas curvas, unos atractivos pompis y unos pechos aún un poco vírgenes, hará que el coyote muestre sus colmillos, mientras deja ver que en su mirada dice claramente: “muñeca, para llegar lejos en los medios a veces hay que dar la na…”

1 comentario:

  1. Orlando, la peor diligencia es la que no se hace. Si a eso vamos nadie estudiaria ni comunicacion, ni derecho, medicina, ingenieria, contabilidad, etc porque aqui hay muchos de esos profesionales.

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