jueves, 8 de julio de 2010


En el negocio del espectáculo

Producciones Artísticas era una empresa nuestra dedicada a la representación y organización de eventos artísticos que en los años setenta operaba en la Cervantes 151 Altos.
Como pueden ver en la fotocopia del anuncio de arriba, manejábamos la venta de Dioni Fernández, Bonny Cepeda, Los Inolvidables, y la hermosa cantante Alina Rosario, Miss Merengue, hoy día productora de programas en Los Angeles.
En esa época vendíamos hasta payasos para fiestas infantiles, como era el caso de Tommy Show.
Frank Moya (El Super Frank) era nuestro animador oficial.
En el Salón Rojo del hotyel Comodoro teníamos a Dioni Fernández en bailables todos los jueves, lo que deja claro que el asunto de las fiestas bailables ese día viene de lejos, no es nada nuevo.
Nuestro radio de acción como empresario artístico abarca  fiestas en los principales hoteles del país, en discotecas, night clubs.
Varias figuras trabajaron para Producciones Artísticas, entre ellas Belkis Martínez.
Hubo críticas de otros empresarios que no estaban de acuerdo con nuestra incursión en el negocio.
Guillo Carías denunciaba en ''De Todo un Poco'' de Mundito Espinal que hacíamos de ''juez y parte'' al tener en nuestras manos la principal columna de arte y espectáculo en El Nacional, una cadena radial también de arte y que al crear esa empresa le hacíamos una competencia desleal a las demás oficinas de contrataciones que no tenían medios.
Ese era su argumento, sin embargo Producciones Artística era una empresa independiente, que  no dependía de columnas ni de programas, y por ello pudo brillar con luz propia.
Producciones Artísticas fue junto a Johnny Ventura y el fenecido Adriano Rodríguez, de Adris Productions, la creadora de Navidad Pal' Pueblo.
De igual manera montó shows humorísticos en sociedad con Roberto Salcedo y Jaime Shanlatte, como fue ''El Humor en Campaña'' en el hotel Dominican Concorde, coincidiendo con unas elecciones.
Esas actividades me permitieron conocer desde adentro el negocio del espectáculo.
Me ensañaron la alegría del ''reventón'' de una fiesta a casa llena, y la tristeza y ''el sabor a cobre'', que le queda a uno, cuando en un baile hay un ''descule''.
Viví esa exporiencia...por ello tengo otra óptica de quienes se dedican a esas actividades, pues la gente piensa que los empresarios artísticos siempre se ganan una paca de dinero.

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NIURKA BAEZ,
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