Joseph Cáceres

Artistas...o comberos?

De la historia donde se establece que Lady Gaga es el fenómeno musical del siglo hay un detalle que viene a reforzar el criterio de la importancia de los equipos de asesores y creativos al lado de los artistas.

El mismo se resume en el siguiente parrafito:

“Su imagen, parte fundamental de su éxito, está creada con lupa por Haus of Gaga, un equipo de ocho creativos encabezados por ella que se dedican única y exclusivamente a esto”.

Como pueden ver, las locuras de Lady Gaga, que tanto éxito le han dado, son el resultado del trabajo de ocho creativos. Y tanto que “la matamos” a ella como figura...

Ocho creativos...Mientras aquí hay gente que se manejan ellos mismos, creyendo que son seres en capacidad de lograr un buen desempeño como artista, manager, promotor, diseñador de imagen a la vez.

Cierto es que “la necesidad tiene cara de hereje”. Que algunos artistas no generan lo suficiente para pagar un personal que con su desempeño les permitan mantener su vigencia y presencia en el medio.

Pero si hay figuras que generan los recursos suficientes para pagar el personal de sustentación y apoyo, pero no lo hacen.

Creen que la única imagen que vale en la carrera es montarse en un Mercedes Benz para competir con otros merengueros que tienen ese lujoso y costoso vehículo.

Un carro de lujo y un pent/house en un residencial de gente rica es lo que importa y nada más.

No son artistas, son comberos...Gente a la cual lo único que le interesa es tocar el baile, ganarse lo del contrato en una tarima que tanto puede ser la de una discoteca, como de una enramada.

Lo demás, no importa....
Uno quisiera que entendieran que es necesario nacer cada día en el interés de la gente, para lo cual se hace necesario el diseño de planes y estrategias, a mediano y largo alcance, que son los que van a permitir marcar la diferencia  entre lo común y corriente, 
Tocar bailables tres, cuatro o cinco veces a la semana es y debe ser lo habitual en una orquesta.
Pero hay otros detalles que cuidar y potenciar si en verdad se quiere romper el plano de lo convencional.