Joseph Cáceres

FRANK GIRON

Cualquiera que ve a Rubén Darío Aponte como locutor y abogado y a Frank Girón, en Nueva York, como promotor artístico, no se imagina lo que estos señores en el pasado hacían para conseguir el dinero de ‘’el moro nuestro de cada día’’.

En los años setenta la situacíon económica estaba muy difícil y la gente del medio hacía de todo para ‘’levantar el peso’’.

Frank Girón era un verdadero ‘’joseador’’.

Eran los tiempos de apogeo del negocio de la Tia Herminia en el Ensanche La Fe, el más popular de los cabaret del país, en cuyo local vivían decenas de mujeres que trabajaban en el negocio.

Como no podían salir a la calle, (a menos que un cliente que no quisiera estar en el lugar le pagara ‘’la salida”) a Frank Girón se le ocurrió montar una actividad bailable los lunes en el negocio.

Girón contrataba a las principales agrupaciones musicales de le época, y los bailes que organizaba lograron de inmediato una gran aceptación.

Tenía su público asegurado , pues las mujeres que deseaban bailar o ver la orquesta tenían que comprar su taquilla.

La curiosidad por un baile en un centro de prostitución también provocasba el interés de mucha gente  y recuerdo que como trabajaba en El Show de Johnny Ventura en televisión, asistí a un baile que la orquesta amenizaba en uno de los lunes de Frank Girón.

Recuerdo un concurso insólito de regalarle pollos vivos a las ''clientas'' del baile. En vez de hacer una rifa, Frank lanzaba los pollos al aire, para que las mujeres que estaban frente a la tarima los atraparan, en una especie de  ''a la garata con puños"

En el afán de agarrarlos, las mujeres desplumaban a las pobres aves

Un  concurso grotesco, pero así era en aquellos tiempos.  Pero el de Tony Echavarría (Cambumbo) también era memorable, pues en sus Lunes en el Restaurant Bahoruco rifaba chivos vivos.

RUBEN DARIO

Recuerdo que en una ocasión me saqué uno, y lo saqué de allí amarrado con su soguita, pero me vi precisado a entregárselo a Teo Veras y a Pura para que se lo llevaran a su finca en Constanza, pues no lo podía tener en mi casa.

Otro que también se ideó una fórmula para ganarse los ‘’chelitos’’ de ‘’los cueritos’’ fue Rubén Darío Aponte.

El ex ''gordo gordo'' laboraba en las madrugadas de Radio Clarín, donde animaba el programa ‘’La Ciudad Alegre’’.

Pero, ‘’el redondeo’’ del mes se decidió a buscarlo organizando giras para Boca Chica con las ‘’chicas’’ de la Tía Herminia.

Los domingos llenaba guaguas de mujeres del negocio y se iba con ellas de pasadía a Boca Chica.

Todas querían ir y pagaban por estar en el tour.

Recuerdo que a manera de chiste publiqué en Arte Nacional, en El Nacional, que después de esas giras, el Ayuntamiento de Boca Chica y la Cruz Roja deberían ‘’fumigar’’ la playa, lo cual no fue del agrado de Rubén Darío, pues  decía que  con eso estaba conspirando contra ''el negocio''.

Son historietas de la vida real...