Una teoría de Tubérculo Gourmet:
"Comer es primero"
AH!, PUES ES DE VERDAD EL ASUNTO! |
Cuando Hipólito Mejía era candidato a la presidencia de la República, en su discurso de campaña se opuso a la construcción de los túneles y elevados de la 27 de Febrero y J.F. Kennedy diciendo que no eran obras prioritarias, y que la inversión del gobierno debía concentrarse en la agricultura.
Con justificada razón le responcieron que el desarrollo de una nación no se puede circunscribir a la siembra de yuca, batata y ñame.
Esa teoría hay que dejársela a Tubérculo Gourmet, que ese sí que no come cuento con ‘’su comía’’.
Hipólito fue tan lejos, que prometió rellenar los huecos de los túneles cuando llegara a ser presidente, aunque estuvieran en funcionamiento, porque él no creía en esas soluciones al problema del tránsito terrestre en la capital.
Eso solo bastó para que se desvaneciran mis simpatías por Hipólito, quien de todas maneras llegó a ser presidente, y por suerte se olvidó de la amenaza de tapar los túneles.
Porque como decía el profesor Juan Bosch, a quien le gudstaba ejemplarizar con refranes y refrencias musicales, ‘’una cosa es con guitarra, y otra cosa es con violín’’ o aquella expresión que le valió ‘’el quille’’y el desprecio de los guireros de algunos combos de que ‘’el guirero no es músico’’.
(Ante la imposibilidad de defenderse con argumentos válidos, los guireros decían que por eso fue que Bosch no pudo volver a ser presidente. Qué cachaza!. Los guireros lo impidieron?).
Pero, volviendo al tema, siempre he creido en la invesión vial, en todo lo que posibilite solucionar el grave problema del tránsito, en un país que alcanza niveles insospechados en la compra de automóviles, donde los bancos hacen ferias y financian miles de unidades que se venden en apenas tres dias. Donde a cada momento se monta una feria de automóviles usados y todas venden montones de vehículos.
Nadie se imagina la cantidad de vehículos que entran a circular diariamente por las calles y carreteras del país.
Eso me hace recordar la ocasión en que por primera vez fui a Caracas en los años 70 en pleno boom de los petrodólares, que en la ciudad circulaban tantos vehículos que para solucionar los tapones se implementó el sistema de que un día solo podían circular los vehículos con las placas con números terminados en pares y al día siguiente los que tuvieran vehiculos con placas terminadas en números nones.
El asunto no solució el problema, porque entonces los venezolanos tenían tanto dinero que compraban un segundo automóvil. Con uno transitaban el día que le tocaba a su placa, y con el otro al día siguiente. El problema se agravó en vez de resolverse.
Y eso, que Caracas tiene un sistema vial dual, donde muchas de los principales avenidas van con una carretera elevada, y abajo tienen otra.
También recuerdo que una de las soluciones que se planteó fue la construcción de un metro, lo cual consiguieron venciendo numerosos obstáculos y problemas, pues Caracas es una ciudad rodeada de lomas y montañas.
El gobierno del presidente Leonel Fernández se embarcó en la construcción del metro de Santo Domingo, y está desarrollando una segunda etapa.
Continúa partiendo la ciudad construyendo túneles y elevados que están a punto algunos de ser inaugurados.
Pese a la oposición de algunos sectores, algunos politizados, nootros creemos en ese tipo de inversión.
No ahora, sino siempre, pues en pleno apogeo del gobierno de los doce años del doctor Joaquín Balaguer, en que nos daban ‘’funda’’ por el activismo que manteníamos en el plano artístico, nunca dejamos de reconocer que la construcción y prolongación de la 27 de febrero era una obra necesaria.
Nunca estaré de acuerdo ni haré causa común con discursos desfasados de políticos que se oponen a las construcciones y que solo hablan de darle comida a la gente.
Pura demagogia barata que a final de cuenta se demuestra que no cala.
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NIURKA BAEZ,
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