DIEZ RAZONES POR LAS CUALES LOS HOMBRES NO VINIERON

AL MUNDO PARA MAQUILLARSE 

Por Orlando Holguín

Luego del “reperpero” (reverbero) que creó nuestro artículo “¡Guay! Los hombres insisten en maquillarse”, el trabajo sobre el maquillaje técnico, que con mucha propiedad presentó Joseph, y de lo expuesto en esta página por una señorita de nombre Maruchi, que habló hasta del Kit de Maquillaje para Ellos, argumentando que este recurso de la belleza personal no era sólo para mujeres, traemos otra entrega sobre el tema. Debido también a todo el revuelo, las opiniones, comentarios divergencias, discusiones y dimes y diretes, donde  algunos incluso insinuaron que nuestro  artículo era anti gay, hemos titulado esta entrega 10 razones por las que el hombre no vino para maquillarse, según nuestro criterio y respetando el de los demás.

1.- El hombre no vino para maquillarse, pues de no ser así, trajera las cejas y las pestañas igualitas que las de las mujeres, y hasta los hoyitos de las orejas vinieran de fábrica.

2.- El hombre no vino para maquillarse, ya que, cuando la pareja fuera a salir, a las 9 de la noche, por ejemplo, tendría que empezar a prepararse a las 11 de la mañana, cinco horas para ella y cinco para él.

3.- El hombre no vino para maquillarse, puesto que si así fuera trajera el cabello largo como el de las mujeres. Recuerden que rostro y cabello son el marco de la figura de una persona.

4.- El hombre no vino para maquillarse, pues cuando estuviera en un grupo compartiendo, al ir al baño invitara a tres amigos masculinos para que lo acompañen a hacer “pipí” y automáticamente esto incluyera el famoso retoque.

5.- El hombre no vino para maquillarse, pues éste se puede quedar calvo y sería extraño un hombre embarrado de maquillaje y con tremendo “calvario” hasta la mitad de la cabeza.

6.- El hombre no vino para maquillarse, pues de ser así, cargaría por lo menos con una carterita (no tan grande como la de la mujer), sin embargo, utilizamos sólo una billetera (Es mejor llamarla cartera, pues hay algunas que nunca han visto un billete dentro).

7.- El hombre no vino para maquillarse, ya que de ser así, cuando se casara, iría un grupo de amigos a su casa a ayudarlo a maquillarse, como hacen las amigas de la novia.

8.- El hombre no vino para maquillarse, porque entonces el tránsito sería el mismo infierno. ¿Se imaginan ustedes a mujeres y hombres en un “tapón”, maquillándose y dándose retoques dentro del automóvil?

9.- El hombre no vino para maquillarse y darse el trato de una mujer, pues esto implicaría meterse en un salón de belleza, que es un lugar donde ellas “acaban” con nosotros los hombres y necesitan privacidad para ello.

10.- El hombre no vino para maquillarse, pues sería horrible, horroroso, pero a la vez risible, ver a un hombre con el maquillaje corrido, mientras llora en público. (Y no me vengan con lo que este servidor denomina el  femi-machismo, que no es más que el empujón consciente o inconsciente que nos dan las féminas para que nos comportemos como verdaderos machos. Nosotros también lloramos).