El día en que la tierra se tiñó de azul
El día en que la tierra se tiñó de azul se pensó que había descendido del cielo, y no fue así.
El día en que la tierra se tiñó de azul se pensó que había descendido del cielo, y no fue así.
Me lancé a buscar mi paraguas azul, pero ya no habían. Algo que nunca me perdonaré, porque me habían advertido, con tiempo, lo que iba a suceder.
Me vi obligado a mojarme con aquel polvillo cósmico que descendía por todas partes.
Habían llegado los predicadores, con sus orquestas de músicos sintetizados y secuenciados, a convencernos de la riqueza de su base rítmica. De su habilidad para jugar con los tiempos sin perder la armonía ni la melodía, mientras se mantienen “unpludge” y con buena vibra.
Una percusión invasiva en el ambiente, fusionando elementos armónicos que le confieren singularidad a la pieza, ejecutada si se vale con abundancia de escorzos, para no revelar su caducidad canónica, lo cual, como deben comprender, en modo alguno se puede llevar bien con los asépticos del arte.
Un concepto muy diferente, inaccesible para aquellos que han llenado su mente y su zurrón de los desperdicios intestinales de una gastronomía barata.
No puedo concebir que exista gente que se alimente de los desperdicios de los desechos de la basura.
En una palabra... la infrabasura.
Confieso que me quedé o estoy en Babia. Quizás porque lo escribió usted a las 3:30 de la madrugada o quizás porque lo leí yo y comente a las 4:40 de la misma madrugada. Cual de los dos mas bárbaro.
ResponderEliminarPero es lo que me gusta de leerlo a usted, en esa amenidad de los variopintos temas que aborda activa usted mi acucia muchas veces dormida, o cansada, u ocupada por el trajinar diario.
Fijese amigo cibernético que al escribir "Babia" me pregunté ¿de donde carajos sale esa expresión?; y con la ayuda de las musas nocturnas encontré lo siguiente".
-La RAE dice:
"Babia (De Babia, comarca de las montañas de León, en España).
estar alguien en ~.
1. loc. verb. coloq. Estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata."
-Y en un site de viajes y turismo dice:
"Queremos que conozcas una de las comarcas más hermosas de la provincia de León. Ubicada al noroeste de ésta, es una zona de picachos calizos y verdes pastos, un paisaje tan irreal que parece inventado. Incluso, existen pueblecitos como Villafeliz, cuyo nombre encaja a la perfección con la fama de Babia como lugar intemporal y placentero, un precioso destino donde poder descansar.
Estamos en una tierra de pastores, de trashumancia, de largos viajes. Y se dice que fueron precisamente ellos quienes extendieron la idea de que «estar en Babia» es quedarse colgado de un recuerdo, perdido en un lugar de la memoria. Así es como aparecían estos pastores babianos cuando, lejos de sus casas, en las dehesas extremeñas, se quedaban ensimismados frente al fuego pensando en su tierra y en su gente. Babia es también sierra de Reyes.
El lugar escogido por la realeza leonesa desde la lejana Edad Media para olvidarse del mundo, para adiestrarse en el entretenimiento de la caza. Eran estos valles generosos en piezas, y la querencia, irresistible. No era extraño que los Reyes, hartos de intrigas palaciegas, de luchas intestinas, de peleas a lanza y espada, pertrecharan sus enseres y desaparecieran del mundo por esta puerta. Tal vez entonces resonara en palacio la pregunta: «¿Dónde está el Rey?». «En Babia». O lo que es igual: en el único lugar del mundo del que no se le puede hacer regresar."
Alpha
Confieso que me quedé o estoy en Babia. Quizás porque lo escribió usted a las 3:30 de la madrugada o quizás porque lo leí yo y comente a las 4:40 de la misma madrugada. Cual de los dos mas bárbaro.
ResponderEliminarPero es lo que me gusta de leerlo a usted, en esa amenidad de los variopintos temas que aborda activa usted mi acucia muchas veces dormida, o cansada, u ocupada por el trajinar diario.
Fijese amigo cibernético que al escribir "Babia" me pregunté ¿de donde carajos sale esa expresión?; y con la ayuda de las musas nocturnas encontré lo siguiente".
-La RAE dice:
"Babia (De Babia, comarca de las montañas de León, en España).
estar alguien en ~.
1. loc. verb. coloq. Estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata."
-Y en un site de viajes y turismo dice:
"Queremos que conozcas una de las comarcas más hermosas de la provincia de León. Ubicada al noroeste de ésta, es una zona de picachos calizos y verdes pastos, un paisaje tan irreal que parece inventado. Incluso, existen pueblecitos como Villafeliz, cuyo nombre encaja a la perfección con la fama de Babia como lugar intemporal y placentero, un precioso destino donde poder descansar.
Estamos en una tierra de pastores, de trashumancia, de largos viajes. Y se dice que fueron precisamente ellos quienes extendieron la idea de que «estar en Babia» es quedarse colgado de un recuerdo, perdido en un lugar de la memoria. Así es como aparecían estos pastores babianos cuando, lejos de sus casas, en las dehesas extremeñas, se quedaban ensimismados frente al fuego pensando en su tierra y en su gente. Babia es también sierra de Reyes.
El lugar escogido por la realeza leonesa desde la lejana Edad Media para olvidarse del mundo, para adiestrarse en el entretenimiento de la caza. Eran estos valles generosos en piezas, y la querencia, irresistible. No era extraño que los Reyes, hartos de intrigas palaciegas, de luchas intestinas, de peleas a lanza y espada, pertrecharan sus enseres y desaparecieran del mundo por esta puerta. Tal vez entonces resonara en palacio la pregunta: «¿Dónde está el Rey?». «En Babia». O lo que es igual: en el único lugar del mundo del que no se le puede hacer regresar."
Alpha
Joseph, lo leí, pero me voy a meter un viaje de conflé para leerlo de nuevo a ver si logro captar el mensaje, pues parece que es para alguien. Jajajaja. Nadie comiendo plátanos con cuatro neumáticos de salami, le puede entrar a manos pelas a una cosa tan bella y profunda.
ResponderEliminarCreo que Joseph debe decidirse a darnos una obra escrita, ya sea como novela, cuentos o narrativa, porque cada vez que se motiva, y pone algo como esta pieza que nos regala hoy, nos pone a vibrar de emoción.
ResponderEliminarEs tiempo de trascender amigo Joseph, lo demás es pura chercha.
Julito Peña