EL INTERNET "WI-FI" EN LAS UNIVERSIDADES

DEJA MUCHO QUE DESEAR

Conectarse al Internet inalámbrico en los campus universitarios del país constituye una aventura y demanda armarse de paciencia, según estudiantes de diversos centros, que se quejan de señal inestable, dificultad para las claves de acceso y bloqueo de sitios.

Los percances son mayores según la academia. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la señal llega más fuerte en la Facultad de Economía, el edificio de Tecnología y en la biblioteca Pedro Mir. Es muy débil en Ingeniería y en Ciencias de la Salud y es casi nula en Artes y Ciencias Jurídicas.

Algunos estudiantes atribuyen las fallas a que el servicio no requiere contraseña, por tanto no discrimina y puede ser captado desde hogares vecinos. Otros uasdianos desconocen la forma de acceso.

En la Universidad Iberoamericana (UNIBE) algunos alumnos nuevos no saben cómo acceder, porque entienden que deben solicitar una clave. El Departamento de Soporte asegura que la matriculación genera un usuario automático con el nombre del estudiante y una clave con su matrícula, pero que a veces se producen errores que hay que resolver presencialmente.

Unibe es pionera en red wi-Fi y la califica de fuerte y estable, aunque un usuario de Twitter resalta que “no es gratis, hay que renovar el usuario cada cuatrimestre, es lento, no es muy estable”.

Unapec ofrece inalámbrico abierto y también por clave. La queja más recurrente se da por el bloqueo de muchos de los portales, aún cuando los profesores de artes y publicidad las recomiendan para tareas. Estudiantes consultados coinciden en que el sistema los desconecta cada 15 minutos.

La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) tiene wi-Fi por clave en distintas zonas y edificios, pero, según un usuario de Twitter “es un desastre. No tiene calidad y está mal administrado”. En tanto que en Intec la señal va de fuerte a débil, según la zona, y hay varias cuentas distribuidas en el perímetro.

Aún con sus trampas y distorsiones, la Internet se ha convertido en un canal imprescindible para la difusión y el intercambio del conocimiento y, sin embargo, las universidades no tienen laboratorios disponibles para todos sus inscritos. Por tanto, el acceso a redes inalámbricas constituye una especie de derecho adquirido que los matriculados reclaman.

Una consulta al estudiantado, de manera presencial y en línea, permitió identificar el servicio en todos los centros de educación superior citados, donde lo usuarios se conectan desde sus computadoras laptop y celulares móviles.

En Utesa el acceso es gratis pero el estudiante debe requerir su clave en el Departamento de Cómputos, donde debe presentar su hoja de inscripción. Una visita al edificio de la avenida Máximo Gómez permitió observar que muchos estudiantes desconocen la disponibilidad de la red inalámbrica.

En la Universidad Dominicana O&M la conexión se torna lenta para navegar y transferir archivos. Sólo está disponible 50 metros alrededor de la oficina de Información, lo que deja fuera de cobertura a gran parte del perímetro. No se exige clave del usuario.(Nicanor Leiba/El Caribe)