Joseph Cáceres

Se ha estado debatiendo el tema del esteticismos del denominado hombre metrosexual y entre ellos el que tiene que ver con el maquillaje.

Una cosa debe estar clara, el que está en el debate es el que se aplica como parte de una cosmética social, para salir a la calle, no así el que se emplea con fines profesionales, como es por ejemplo el que se usa en la televisión.

El maquillaje para salir en televisión debe ser aplicado no solo a los artistas, sino a políticos, empresarios, profesionales, y cualquier figura pública que tenga criterio, y sepa lo que significa  aparecer en televisión con una cara brillosa.

Aún así hay hombres que se resisten a ser maquillados, debido a los prejuicios extremos que sufren como si fuera un mal congénito, creyendo que con ello se vulnera su masculinidad rayante en un exagerado machismo.

Los improvisados...siempre los improvisados.

Y como ya estoy en el tema voy a seguir...

El maquillista es responsable del efecto visual que un artista debe dar cuando aparece en el escenario, ya sea de un teatro o de la televisión...

Un director teatral, por ejemplo, debe tener conocimento de maquillaje de época o de situaciones.

Aquí acontece que todo se improvisa, y de buenas a primeras aparecen directores de obras de teatro que nunca han pisado un escenario y que desconocen los principios fundamentales de la puesta en escena.

Cuando especialicé mis estudios de  dirección teatral en Santa Marta, como parte del plan de enseñanza había que estudiar maquillaje,  aprender iluminación, vestuario de época, movimiento escénico, elementos indispensables para lograr una cosmovisión que permita discernir, evaluar, ponderar, escoger o rechazar lo que proponga el equipo técnico especializado en cada área.

En modo alguno lo enseñaban para que uno se quedara en el desempeño de ese oficio, sino como parte de una formación básica y a la vez general de todos los elementos que intervienen en el quehacer escénico.

Cuando sabes de iluminación, ningún luminotécnico puede venderte “batata por yuca”, y como director puedes plantear, exponer y sugerir de antemano lo que quieres, hacer  con el conocimiento necesario para que se respeten tus ordenanzas.

Si tú quieres bueno en algo, debes preocuparte por dominar el terreno en que caminas y huir en lo posible de la improvisación. Con eso lo digo todo.

Echame "un polvito", mami...

En materia de maquillaje son muchos los errores que se cometen al trabajar la fisonomía de un artista que va a escena o que aparecerá en pantalla.

Y en modo alguno me refiero al maquillaje a veces mostrenco que le ponen a la gente en algunos canales de televisión, con una esponja  asquerosa llena de grasa de otros rostros o una mota sucísima. Ese es el clásico “échame un polvito” para ‘’quitarme el brillo’’, pero  eso no es realmente maquillaje.

Un error frecuente es usar productos que no apropiados para el maquillaje de televisión.

Se olvidan de que una cosa es el maquillaje que las mujeres usan para salir a la calle, y otro es el que se usa para la televisión.

El maquillaje social es diferente al profesional que un artista debe llevar  para exponerse a las luces de un estudio, que aunque muchos no lo crean, genera efectos diferentes al que se usa para el sol de la calle.

No es lo mismo usted untarse la cara de un polvo Maja común y corriente, que maquillar su rostro con un Mehron creado para adsorver las luces de la televisión.

Pero, en la mayoría de los casos, los pobres no tienen conocimiento del tema, y se dejan maquillar de cualquier carajo a la vela sin criterio. de esos que usurpan el oficio en los camerinos de las plantas televisoras.

Es penoso ver luego en la televisión algunos artistas con cara de vampiros o acompañados de una expresión en la que aparentan estar huyéndole al diablo.

Maquillistas de trasvestis

Algunos maquillistas de servicio en algunos canales y programas, son dizque muy buenos, pero tienen el inconveniente de que están acostumbrados a trabajar travestis, y entonces quieren maquillar a todas las mujeres como si se tratara de esos seres andróginos.

A un travestido está bien que se le exageren los rasgos tratando de hacer que el rostro se  asemeje al de una mujer. Pero es "exagerado" que a una mujer se le "exagere" tanto en su maquillaje que entonces parezca un travesti, como sucede frecuentemente con alguna gente.

Por eso algunos se han ganado la etiqueta de ser considerados "maquillistas de travestis", a los cuales cualquier mujer con criterio les sale huyendo.

De igual manera están los maquillistas “mata viejas”. Son aquellos desfasados que se han quedado en el pasado, y maquillan a muchachas jóvenes como si fueran damas y señoras entradas en años.

Eso fue lo que aprendieron, lo que siempre hicieron y no hay nadie que los saque de ese esquema.

No dominan las técnicas modernas para aligerar las líneas,  darle juventud, frescura y luminocidad al rostro de una mujer, y eso es algo que se consigue con un adecuado maquillaje.

Espero que algunos maquillistas no se den por aludidos, se “quillen” conmigo, y  en venganza me hagan una maldad cuando llegue a un estudio a maquillarme, je, je.

Sencillamente pienso que a ellos también hay que meterlos “en la picota”, porque aquí se critica de todo, mientras ellos se quedan ‘’agachados”, teniendo la culpa de muchos desastres que se ven en televisión.